Renault ZOE vs Renault Clio 2013

Con la presentación a parte de la prensa en Lisboa del Renault ZOE, y a pocos días de la llegada de las primeras unidades a manos de sus impacientes propietarios, vamos a aprovechar para poner frente a frente al eléctrico francés contra algunos de sus más importantes rivales, como el nuevo Clio o el Toyota Yaris híbrido o el BMW i3.

Hace unas semanas ya hemos comparado al ZOE con la nueva versión del Nissan Leaf, aunque se trata de una comparativa algo desajustada al ser coches de segmentos diferentes, y por eso en esta ocasión vamos a comparar al ZOE con modelos de su misma categoría, tanto diésel, híbridos como eléctricos, empezando por el más parecido físicamente de todos y que incluso comparte fábrica, el nuevo Renault Clio.

Exterior e interior

A nivel visual las similitudes saltan a la vista, con un frontal que es obra de la nueva imagen de los diseños de Renault y que ya hemos podido ver en modelos como la nueva Renault Kangoo y el Renault Fluence 2013, y que cuenta con un diseño más ovalado, el ZOE es 11.4 centímetros más alto que el Clio, que cuenta con una parte trasera donde los faros adoptan una posición más horizontal, por el formato redondeado del ZOE.

El tamaño del ZOE y el Clio son muy parecidos, una presentación de cinco puertas y sólo 22mm de largo a favor del eléctrico los separan, algo que se iguala completamente cuando hablamos de la batalla, la distancia entre ejes que apenas cambia con 1mm a favor del ZOE, lo que nos indica que sobre el papel en cuanto a capacidad interior son dos gotas de agua.

Ambos cuentan con capacidad para cinco pasajeros, pero unas similitudes que comienzan a cambiar en un aspecto realmente sorprendente, como es la capacidad de carga del maletero, que estamos seguros que el 99% pensaría que es de mayor tamaño en el Clio, pero con sus 300 litros se queda por detrás de los 338 litros del ZOE, algo poco habitual en los eléctricos que suelen castigar la zona de carga para alojar las baterías, pero que gracias al diseño de Renault el ZOE logra no sólo evitar, si no que también mejorar los números de su hermano.

En su interior también hay diferencias, aunque ambos modelos comparten un centro neurálgico en su pantalla R-Link, la tablet que preside el salpicadero y una de las grandes apuestas de Renault para sus nuevos modelos, y especialmente pensado para sus eléctricos, un centro multimedia que además nos permite recibir e incluso escuchar mediante el equipo de sonido nuestros emails y mensajes.

Un de las diferencias más importantes la encontramos a simple vista en los asientos, formados por una única pieza en el ZOE, y con una configuración clásica en el Clio, mientras que la sujeción lateral parece algo mejor en el Clio que en el ZOE, cuyo asiento parece casi plano, aunque esto podría variar entre las diferentes opciones del Clio.

Otra de las diferencias la encontramos en los asientos traseros, ya que en ZOE por alguna extraña razón ha llegado al mercado con un respaldo que se puede plegar, pero como una única pieza, mientras que el Clio cuenta con un asiento trasero 2+1, que nos permite ampliar la zona de carga, pero manteniendo una o dos plazas, sencillo y útil a la vez.

Mecánica y prestaciones

Sin duda aquí es donde nos separamos de forma radical, ya que el Clio limita sus opciones a motores diésel y gasolina, mientras que el ZOE opta por una configuración exclusivamente eléctrica.

Tomamos para la comparativa una de las opciones medias, la versión Expression Energy TCe que es una de las opciones más demandadas por los clientes de este modelo, un motor diésel de 66 kW (90CV) que cuenta con un par motor de 135 Nm a 2.500 rpm, que le permite alcanzar los 100 km/h en 12.2 segundos y con un consumo medio de apenas 4.5 litros cada 100 kilómetros.

Por su parte el ZOE cuenta con un motor eléctrico con una potencia máxima de 65 kW (88 CV) con un par motor de 220 Nm disponibles desde cero revoluciones, que le propulsan hasta los 100 km/h en unos 12 segundos, prácticamente ;la misma cifra que el Clio a pesar de su mayor par motor, un aspecto que si se deja notar en las recuperaciones, ya que para pasar de 80 a 120 km/h el Clio necesita 11.7 segundos, y el ZOE poco más de 7 segundos.

La explicación para la diferencia en la arrancada desde cero la encontramos en el peso, ya que el ZOE declara 1.468 kilos, mientras que el Clio se queda en unos 1.084 kilos, 384 kilos de diferencia, una características que se ve reducida una vez que el coche está en marcha como hemos visto gracias a la entrega lineal de par del motor eléctrico.

Precios y costes

De nuevo nos encontramos con dos modelos totalmente diferentes, y al igual que sus sistemas de propulsión, la economía también es un apartado donde Renault ha seleccionado dos caminos diferentes entre los dos modelos.

El Clio diésel está disponible desde 14.400 euros, con versiones más costosas y versiones más económicas, mientras que por su parte el ZOE sale antes de ayudas por 21.250 euros, un coste al que tendremos que sumar un alquiler mensual por la batería, 79 euros, que no será en ningún momento de nuestra propiedad. Hay que tener en cuenta que los modelos eléctricos con batería en alquiler pueden acceder a una ayuda de hasta el 35% de su valor, lo que llegado el momento si podemos acceder a esta nos permitirá hacernos con una unidad por apenas 13.800 euros, aunque este año no será fácil hacerse con esta por su limitación en cantidad, apenas 10 millones de euros para todo el año.

Este alquiler además llega con una limitación de kilómetros anuales, 12.500, un contrato que podremos seleccionar adaptándolo a nuestras necesidades de movilidad pudiendo escoger más kilómetros, pero a costa de pagar un precio más alto cada mes, una opción que tiene como contra partida una garantía perpetua sobre este elemento, y la promesa de su sustitución cuando esta se degrade.

En cuanto al coste operativo, el Clio diésel promedia un consumo de apenas 4.5 litros cada 100 kilómetros en ciclo mixto, una cifra que sin sumar los costes de mantenimiento, aceites, filtros, correa. Después de cinco años recorriendo un total de 12.500 kilómetros anuales, el límite del contrato básico del ZOE, habremos completado 62.500 kilómetros, que con el precio del diésel de media en España a 1.40 euros el litro, supondrá que habremos gastado un total de 3.937 euros en carburante, a los que tendremos que sumar al menos dos cambios de aceite y filtros, valorados aproximadamente en unos 300 euros y un cambio de pastillas de freno de unos 100 euros.

Por su parte el Renault ZOE al tratarse de un eléctrico el coste por kilómetro puede variar no sólo por la forma de conducción o la situación geográfica como cualquier otro coche, si no que además podrá variar según el contrato eléctrico que tengamos, ya que el coste del kWh puede variar de forma más que significativa, y por ejemplo la media actual ronda los 0.18 euros/kWh, pero contratando una tarifa nocturna este precio puede bajar hasta los 0.08 euros el kWh.

Con esto en la mano, podemos hacer un cálculo medio aproximado del coste de recargar la batería del ZOE, que cuenta con un consumo medio de unos 11 kWh, por lo que después de los mismos 62.500 kilómetros habremos pagado en electricidad unos 6.875 kWh, que traducidos son 1.237 euros. A estos tenemos que sumar el coste del alquiler de la batería, 79 euros mensuales, que después de tres años de contrato, es de suponer que Renault actualizará su coste a la baja por la reducción del coste de la tecnología, un extremo que el fabricante no ha aclarado y que tendremos que tirar de suposiciones para aplicar.

Esto supone que durante los primeros tres años pagaremos un total de 2.844 euros de alquiler, mientras que los dos restantes bajaremos hasta los 70 euros mensuales, que nos da un total después de los cinco años de 4.524 euros, que sumaremos a los 1.237 euros del consumo eléctrico y que nos dará un total de 5.761 euros.

Conclusión

Esto quiere decir que partiendo ambos de un precio casi idéntico, 600 euros a favor del ZOE teniendo en cuenta la ayuda pública (que habrá que declarar como ingreso) el precio por kilómetro el ZOE se muestra muy por encima del coste del Clio, siendo después de cinco años el ZOE un 37% más caro que el Clio, al que como hemos dicho, tendremos que sumar el precio del mantenimiento mecánico.

Por supuesto hay otros factores que muchos compradores del ZOE tendrán en cuenta para tomar su decisión, como el confort en marcha, la ausencia de mantenimientos mecánicos, las mejores cifras de recuperaciones y sobre todo, el olvidarse de unos precios de los carburantes que no hacen más que subir, y que las últimas noticias indican que el próximo año serán el objetivo del gobierno para cuadrar las cuentas públicas mediante nuevos impuestos, detalles que el propietario de un eléctrico no teme de la misma manera que el que depende al 100% de las gasolinas para su movilidad diaria.

Clio y ZOE comparten fábrica

Entre los puntos negativos al ZOE podemos encontrar el eterno debate del sistema de alquiler de baterías, un formato con sus pros y sus contras que servirá para unos y no servirá para otros, pero hay un aspecto donde casi todos coinciden a la hora de valorar este sistema es en su opacidad, ya que incluso los poseedores de una reserva no saben que pasará más allá de los 36 meses de contrato que firman, algo que no acabamos de entender como tampoco que no ofrezcan un alternativa de hacerse con el vehículo desde el principio con la batería en propiedad, o simplemente comprarla al terminar los tres años de contrato si uno quiere.

Al final todo se reduce a si quieres o no un coche eléctrico, ya que con los fríos datos en la mano vemos que este no compensa, aunque para muchos como nosotros la rentabilidad económica es sólo una parte de los factores que determinan la compra de un modelo, aunque si lo es para otros muchos y para ellos dejamos esta tabla comparativa que esperamos les sirva, para decidirse.