Durante unos minutos una de las calles de Barcelona ha estado reservada para los coches eléctricos. Ha sido una de las acciones más llamativas y efectivas de cuantas realizadas en nuestro país. Una iniciativa que se enmarca en las actividades de la Expoelectric, y que pretende demostrar la diferencia entre una ciudad de coches eléctricos contra los motores de combustión.
Por unos minutos un total de 56 vehículos eléctricos, 46 turismos, 5 motocicletas, 4 furgonetas y un autobús, han circulado sin emisiones contaminantes ni sonoras. Un espectáculo que ha servido a los visitantes como demostración de uno de los puntos más interesantes de esta tecnología, su silencio.
Al evento han acudido tanto una flota de Nissan LEAF, como el primer Tesla Model S matriculado en España. También hemos podido ver algún Peugeot iOn, Renault Fluence ZE, un Mercedes Clase A, varios Renault ZOE, BMW i3, y también los prototipos de SEAT, el Altea y el Leon Ecomotive.
Uno de los que más llamaba la atención era el autobús eléctrico de BYD. Un modelo que al principio ha pasado algo desapercibido por ir decorado con los colores del servicio de transporte de Barcelona, pero que pronto ha comenzado a ser el centro de muchas miradas. No es fácil poder ver en vivo y en directo a este modelo, pero en esta ocasión incluso nos hemos incluso podido subir y recorrer unos metros.
Evidentemente no nos han dejado conducirlo. Tampoco somos expertos en calidades de fabricación, por lo que os podemos decir que parece un autobús convencional en todos los sentidos, con la diferencia de que es mucho más silenciosa su marcha.
Primeras conclusiones
Lo más interesante era conocer las mediciones y las diferencias de ruido respecto a la circulación de coches con motor de combustión. Unas pruebas realizadas por pruebas de medida de sonometría y calidad del aire serán sometidas por la Dirección General de Calidad Ambiental del Departamento de Territorio y Sostenibilidad.
Los resultados de la prueba han revelado una disminución del ruido del tráfico de hasta 7 decibelios. Para conseguir esta reducción con vehículos de motor térmico, deberíamos disminuir el número de vehículos térmicos en circulación en un 75%. Por ejemplo, el ruido que generan 250 vehículos térmicos es equivalente al ruido de 1.000 vehículos eléctricos.
Además, también se ha registrado un descenso de 18 decibelios durante la prueba de contaminación acústica del proceso de recogida de basura con un vehículo 100% eléctrico. Mientras que la simulación de una parada de autobús eléctrico, ha supuesto una bajada de 14 decibelios con respecto a la misma operación con un vehículo de motor térmico.
Según las entrevistas a los vecinos de la calle Roger de Flor llevadas a cabo RDiT del Centre Tecnològic, la percepción de bienestar ha mejorado muy significativamente durante las dos horas que ha durado la prueba. Los resultados definitivos se darán a conocer la próxima semana.
La conclusión es que una acción de estas tiene mucho mayor impacto en las personas que la presencian que mil campañas publicitarias. Por lo que los fabricantes deberían sacar más a menudo sus coches y mostrarlos donde deben mostrarse, en la calle. Una concentración que ha reunido a una buena cantidad de coches, pero a la que le ha faltado más presencia de los usuarios de la zona, tal vez desanimados por el mal tiempo, y la falta de puntos de recarga.
