
Tesla, en el punto de mira de los sindicatos

Uno de los principales sindicatos de norteamérica ha abierto una investigación para conocer la situación en la fábrica de Tesla. Una instalación que en 2010 fue adquirida a Toyota y General Motors, que previamente habían despedido a 4.500 trabajadores, de los cuales se esperaba que muchos regresasen al retomarse la actividad.
Pero dos años después son muy pocos los que han vuelto a trabajar en esta instalación. El principal problema es que para el presidente de Tesla Elon Musk, los trabajadores afiliados al sindicato eran un riesgo económico. La demanda del Model S obligaba a jornadas intensivas que llegan a las 80 horas y 7 días de trabajo, algo que ahora podría traerle algún problema.



