Hace pocas semanas que el BMW i3 está disponible en Estados Unidos. Pero los primeros conductores están encontrando una serie de pequeños problemas, que nos muestran que a pesar de ser un producto brillante, todavía tiene que mejorar en algunos aspectos.
Luces de aviso que se encienden sin motivo, problemas en la batería de 12 voltios, problemas con el climatizador. Una serie de inconvenientes que aunque no reducen la satisfacción de la mayor parte de los conductores, si están poniendo sobre la mesa algunos de los puntos flacos del primer BMW eléctrico.
Uno de los errores más habituales es la aparición de un aviso en el cuadro de mandos. Se trata de un error que aparece en la versión dotada de extensor de autonomía, y que nos avisa de que una revisión está cercana apenas unos días después de que el coche haya salido del concesionario. No es un gran problema, y una visita al concesionario soluciona esto.
Más preocupante es el problema con la batería de 12 voltios. Esta como en los vehículos convencionales, se ocupa de alimentar algunos elementos auxiliares, para evitar ese trabajo a la batería de litio. Al igual que en su momento los propietarios del Model S, y muchos otros coches al salir del concesionario, a los pocos días esta batería ha dejado de funcionar. Lo preocupante es que BMW no cuenta con suficientes repuestos en sus puntos de venta, lo que ha provocado el enfado de algunos usuarios.
Algunos usuarios están quejándose de los problemas del climatizador a la hora de enfriar el interior. Según parece, no es una cuestión técnica, ni tampoco de que el coche dirija la energía a la batería. Al parecer, el problema es una cuestión de dimensionamiento del propio aire acondicionado, que no es suficiente para climas con calor elevado.
Pero si hay una queja en lo más alto de la lista, esta la ocupa los neumáticos. Su diseño ultra fino, y con una llanta de 19 pulgadas, hace que sean muy delicados ante los bordillos, baches y otros elementos que suelen interponerse en nuestro camino.
Algunos usuarios han declarado que en apenas cinco semanas conduciendo el coche, han pinchado tres veces. Un inconveniente que en muchos casos es cuestión de cambiar la rueda por una de repuesto. Pero el i3 no cuenta con este elemento. El coste también es elevado. La característica única de las ruedas hace que estas sean muy costosas, incluso durante su reparación. Uno de los primeros usuarios ha comentado que lleva gastados unos 500 euros en mes y medio a los mandos de un i3.
Lo que está claro es que en mayor o menor medida, todos los coches tienen problemas a la hora de su lanzamiento. La diferencia la marca la agilidad con la que el fabricante afronta estos problemas puntuales, que pueden desanimar a muchos a dar el salto.
