La Universidad de California-Los Angeles (UCLA) ha realizado un interesante experimento para conocer el impacto que tiene entre diferentes grupos de usuarios de coches eléctricos, distintos tipos de mensajes sobre su uso de sus vehículos.
A un grupo de usuarios se le ha comunicado de forma regular el ahorro económico que lograban gracias a dar el salto de la gasolina a la electricidad. A otro grupo en cambio se le ha comunicado el nivel de reducción de emisiones que estaban logrando gracias al mismo cambio.
Los resultados son realmente sorprendentes, ya que los participantes a los que se les ha comunicado de forma regular el ahorro de emisiones, han logrado reducir el gasto eléctrico un 8% respecto a los que sólo recibían actualizaciones económicas. Una cifra que crece hasta el 19% de ahorro en las casas donde hay niños.
Según los responsables del proyecto, esto se debe a la percepción de doble beneficio que tiene el coche eléctrico entre los que ven su menor impacto en el medio. Estos ven que conducir uno de estos coches es bueno tanto para la reducción de emisiones contaminantes, como también para reducir el riesgo de enfermedades pulmonares.
Esto pone sobre la mesa un potencial poco utilizado por los fabricantes a la hora de atacar a nivel de marketing este nicho de mercado. A pesar de que cuando se preguntan las principales motivaciones a la hora de comprar un coche eléctrico el ahorro aparece en la primera posición, el ahorro ambiental es un aspecto incluso más importante de lo que los propios usuarios pueden pensar en un primer momento.
Por lo tanto ante la bajada de precios de los carburantes,puede que tirar de este argumento podría ayudar a las ventas de una tecnología que los diferentes estudios auguran un periodo de estancamiento precisamente por la guerra del petróleo.
Vía | Greencarreports
