Desde hace unos meses Barcelona está añadiendo bicicletas eléctricas a su programa de alquiler Bicing. Un sistema que ha nacido con la idea de ser un complemento a los sistemas de transporte público, y que ha arrancado con un notable éxito de usuarios.
La combinación es ideal. Un servicio con precios ajustados, con múltiples puntos de recogida y devolución, a los que ahora se ha sumando una pequeña flota de bicicletas eléctricas que hasta final de año estarán disponibles en formato de prueba.
El sistema de Bicing eléctrico cuenta con un total de 50 estaciones, 45 interiores y 5 exteriores. Esta ha empezado con una bolsa de 1.000 abonados, que se amplió hasta los 4.000 que hay actualmente. Una cifra que ha desbordado las mejores expectativas y que ha obligado a la organización a crear un lista de espera para acceder al servicio. De media se utiliza 115 veces al día y la distancia media recorrida es de 2,7 km en relación con los 1,9 km de la bicicleta mecánica y de 20 minutos respeto a los 13 minutos de la bicicleta mecánica.[blocktext align=»left»]
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Pero claro, una bicicleta eléctrica a diferencia de una bicicleta convencional, necesita recargar sus baterías. Para ello se ha encargado a la empresa Circontrol el desarrollo y fabricación de los cargadores para estas bicicletas, así como la plataforma física y lógica para dotar las estaciones de recarga de la conectividad con los servidores del sistema de registro de datos.
El software diseñado por Circontrol envía los datos con el estado de carga de cada una de las baterías para que el software de gestión decida si están listas para ser liberadas y empezar a rodar.
El objetivo es lograr que los usuarios logren disfrutar de la mejor experiencia, y de cumplir con los objetivos, extender el sistema de alquiler de bicicletas eléctricas que quiere convertirse en una verdadera alternativa al transporte público, y sobre todo privado.
Fuente | Circontrol
