Era algo cantado. La idea de juntar un complejo motor diésel con un sistema eléctrico, no tenía demasiado futuro en fabricantes de coches de gama media. Así lo ha confirmado esta semana Maxime Picat, director ejecutivo de Peugeot.
El directivo francés ha comentado que la combinación de un motor diésel y uno eléctrico mostraba cifras de eficiencia muy interesantes, pero la complejidad de esta configuración lo hacía imposible a nivel económico.
El problema era extender este tipo de motorizaciones a diferentes mercados, incluyendo aquellos como China, donde el nivel adquisitivo convertía a las opción diésel+eléctrico en una alternativa fuera de mercado. Una cuestión que no permite llevar la economía de escala a un nivel mínimamente competitivo para conseguir rebajar los costes de fabricación.
De esa forma Peugeot optará por los sistemas híbridos donde un motor gasolina se combinará con uno eléctrico. Una forma más asequible y sencilla de encajar los dos sistemas. Al mismo tiempo también se trabajará en sistemas híbridos enchufables.
En estos momentos Peugeot ha parado la producción del 3008 híbrido, dejando al 508 como única opción con esta configuración. Al mismo tiempo el fabricante francés trabaja a marchas forzadas para lograr poner un sustituto en el mercado lo antes posible, y 2017 suena como el año en el que veremos un nuevo Peugeot híbrido, y puede que también enchufable.
Vía | Autocar
