Según informa la revista Autofacil, el gobierno está preparando un real decreto que ponga las bases para una fuerte implantación de los puntos de recarga para coches eléctricos en España.
Esta medida quiere lograr poner en marcha la instalación de un punto de recarga de vehículos eléctricos por cada diez de éstos en España. Una normativa que vendría impulsada por la directiva europea 2014/94/UE.
Como recordamos esta directiva de Europa tiene como objetivo diseñar una hoja de ruta hacia un espacio único europeo de transporte. Una política de transportes competitiva y sostenible donde se busca una reducción en la dependencia de los transportes respecto del petróleo. Para ello se pretenden poner en marcha una serie de iniciativas políticas, que incluyen la elaboración de una estrategia sostenible en materia de combustibles alternativos y el desarrollo de la infraestructura adecuada. El Libro Blanco de la Comisión también propone una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los transportes de un 60 % hasta 2050 con respecto a los niveles de 1990.
La idea del gobierno es crear un marco más atractivo para la instalación de puntos de recarga, e impulsar de esa forma la inversión privada en un sector, el de los puntos de recarga, cuya poca expansión ha sido una de las principales barreras para lograr unas ventas de coches eléctricos mínimas en nuestro país.
Con esta nueva normativa se pretende poner un máximo de distancia entre los puntos de recarga, para conseguir que moverse con uno de estos coches sea lo más sencillo y atractivo posible desde el punto de vista de la recarga. Una distancia que en países como Francia se ha establecido en 50 kilómetros, pero que suponemos será muy superior en España ante la dificultad para encontrar inversores en este sector.
Esta medida supondrá que cada estado tendrá que desarrollar una red de recarga equivalente a las matriculaciones. En el caso de España se espera que para 2020 haya unos 150.000 coches eléctricos recorriendo nuestras carreteras, lo que supondría la instalación de 1.190 puntos de recarga.
Cifras que a día de hoy suenan a ciencia ficción para un país sin una política mínimamente seria en cuanto a la promoción del coche eléctrico, con un presupuesto de incentivos menguante, 10 millones en 2013, 7 millones en 2014 y 2015, y los paupérrimos 4.5 millones destinados a 2016. Algo que provoca que en todo año se matriculen menos coches que cualquier mes en países como Noruega o Francia.
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Vía | Autofácil
