WM Motor es una de esas muchas empresas chinas que se han lanzado al mercado del coche eléctrico. Una empresa con un fuerte apoyo económico de los inversores asiáticos que tienen los bolsillos llenos, y ganas de hacerse con una parte del mercado automovilístico que está naciendo.
A la cabeza de WM Motor está Freeman Shen. Un directivo con más de 20 años de experiencia en fabricantes como FIAT o Geely, que ahora se ha puesto al frente de un fabricante que tiene en el coche eléctrico su principal objetivo comercial.
Pero a diferencia de la mayor parte de los grandes nombres, WM Motor no se ha fijado en California para sus diseños. Estos han decidido aprovechar la experiencia en el diseño de coches de Alemania, donde tienen un equipo de desarrollo que está usando tecnología germana, tanto baterías como motores, pero con una fabricación que tendrá lugar en suelo chino. Lo mejor de los dos mundos como aseguran los responsables del proyecto.
El objetivo tampoco es desarrollar un coche de lujo, que sirva como muestra de la tecnología, tal como ha hecho tanto Tesla, y como planean otros fabricantes chinos, como Faraday Future o Atieva. WM Motor quiere empezar con un coche asequible. Vehículos baratos y conectados a la red, que sirvan para el día a día. Unos coches que además venderán de forma directa, sin intermediarios. Una opción posible gracias a internet, donde el cliente podrá ver el coche, pedir una prueba, e incluso hacer la compra.[blocktext align=»center»]
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El principal reto para WM Motors es lograr poner su producto en la calle antes de que China finalice su programa de incentivos a los coches eléctricos en 2020. Un tiempo en el que tendrán que lograr desarrollar su coche, finalizar su fábrica y completar el desarrollo de una empresa al que su presidente cataloga como de «servicios» más que como un fabricante tradicional.
La clave según el presidente de WM, serán los coches conectados y los servicios de car sharing. Formas de aprovechar unos vehículos que están la mayor parte del tiempo parados, y que gracias a las nuevas tecnologías podrán ofrecer sus servicios mientras su propietario duerme o está trabajando. Un nuevo escenario que necesitará un ecosistema propio, y donde la fabricación será solo una parte del negocio.
Lo más interesante es que WM Motors tiene en su objetivo a medio plazo lanzarse en el mercado occidental, empezando por Estados Unidos. Uno más de los 200 fabricantes chinos que han visto con claridad el potencial del negocio que arrastra el coche eléctrico, y que amenazan la pasividad de los fabricantes tradicionales europeos y norteamericanos.
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Vía | Reuters
