La pasada semana Tesla volvía a hacer temblar los cimientos de la industria de la automoción al anunciar que serían los primeros en ofrecer un sistema de conducción autónoma plena. El nivel 5.
Para ello ha dotado desde ya mismo al Model S y Model X de un sofisticado sistema de cámaras, sensores y un potente ordenador, que se encargarán de gestionarlo todo para que llegado el momento, el coche pueda circular sin nuestra ayuda.
La cuestión es que para lograr alcanzar ese momento, hace falta desarrollar la tecnología y sobre todo, convencer a los reguladores públicos de que el sistema es perfectamente viable para ser utilizado en las calles. Tal vez la parte más complicada de todas.
Tesla ha decidido que los modelos dotados del nuevo sistema comenzarán a recopilar toda la información posible de sus recorridos. El ordenador determinará en que situaciones el sistema Autopilot podría haber ayudado a mejorar cada tramo realizado. Una ingente cantidad de datos que Tesla espera sirva para pulir el sistema, y también para convencer a los reguladores para que den luz verde al uso del máximo nivel de conducción autónoma en las carreteras.
El principal problema es que los usuarios que hayan decidido comprarse un Model S o un Model X ahora, descubrirán la desagradable sorpresa de que en sus coches el Autopilot clásico no funcionará. Según Tesla «Los vehículos dotados de un Autopilot que se ejecute en el «modo oculto» no tendrán ningún sistema de ayuda a la conducción o autopilotada. Sólo se registrarán los intentos del piloto automático cuando podría haber entrado en acción, y se compararán los resultados obtenidos con las acciones de la vida real tomadas por los conductores humanos«
De esta forma Tesla podrá mostrar a los reguladores el número de ocasiones en las que el conductor humano ha cometido un error, y donde Autopilot podría haber intervenido para evitar ese problema.
La otra razón es que el software del nuevo sistema Autopilot no está suficientemente desarrollado, y no llega al nivel logrado por la anterior generación. Es por eso que hasta que el nuevo logre un nivel igual al anterior, han decidido suspender el sistema.
Pero ¿cuando?. Esa es la gran pregunta. Cuando el actual Autopilot comenzó sus operaciones de forma oficial, el sistema llevaba un año siendo instalado por Tesla en sus coches. Por lo tanto es de esperar que este nuevo sistema necesite al menos otro año para lograr alcanzar el nivel de desarrollo para ofrecer una conducción autopilotada.
Pero para llegar al máximo nivel, el nivel 5, eso ya no depende sólo de Tesla. Las normativas de los diferentes estados marcarán también el ritmo de llegada de la conducción autónoma plena. No hay plazos, y ya sabemos que las cuestiones relacionadas con el organigrama público suelen ir mucho más lentas que en las empresas, por lo que posiblemente Tesla tenga listo el sistema antes de que los estados acuerden aprobar las modificaciones necesarias para que estos coches puedan funcionar por nuestras carreteras.
El problema es que mientras que Estados Unidos ya ha comenzado a poner la maquinaria a funcionar, al presentar este mismo mes de octubre la primera guía regulatoria sobre los coches autónomos. Una base sobre la que se desarrollará la legislación y que ha sido catalogada por los expertos como una guía «Exhaustiva, bien definida y presenta un panorama de previsibilidad no sólo para los fabricantes, sino para el resto de participantes que tendrán un papel importante en su implantación, principalmente las aseguradoras y, por supuesto, los consumidores»
En Europa todavía está por determinar si las competencias serán de cada estado, o lo más normal, una normativa europea. Algo que nos indica que estamos bastante por detrás de Estados Unidos en este aspecto.
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Vía | Teslarati
