Según la consultora Fitch «La industria del petróleo pueden entrar en una espiral mortal por culpa del coche eléctrico»

Hemos escuchado muchas veces que el coche eléctrico puede ser una amenaza para la industria del petróleo. Es evidente que cuanta más gente apueste por la electricidad como sustituta de los carburantes fósiles, menos clientes tendrán las petroleras.

Ahora es la influyente agencia Fitch la que de nuevo pone el dedo en la llaga. Según un informe, el coche eléctrico puede suponer una amenaza para la industrial del petróleo, incluso antes de lograr grandes cifras de ventas. La simple idea de un mercado como el europeo, donde el 50% de los coches sean eléctricos, supondría una pérdida de una cuarta parte de la demanda de combustibles en Europa.

Estas proyecciones pueden provocar que los inversores retiren su dinero de esta industria. Algo que supondrá que las empresas tengan que acudir a una financiación más costosa, lo que desde Fitch se ha catalogado como una «espiral mortal» ya que una financiación más costosa espantará a más inversores…etc etc. Algo que puede hacer derrumbarse a todo el sector.

Y no sólo empresas relacionadas con la extracción y manipulación del petróleo. Incluso empresas eléctricas que usan combustibles fósiles como sistema de producción eléctrico o como respaldo, se verán afectadas por la expansión de los sistemas de almacenamiento en baterías. Unos sistemas que se beneficiarán de unos costes cada vez más competitivos gracias a la economía de escala que explotará con el coche eléctrico.

Aquellas eléctricas que no han apostado por las energías renovables, también tendrán que echar el cierre ante la falta de competitividad y de inversores.

Para algunos miembros de la industria del petróleo, la cuestión es que el coche eléctrico no será una amenaza hasta que sea económicamente accesible. Hasta entonces la mayor amenaza será el incremento de las eficiencias de los modelos convencionales. Pero no deben olvidar que cada vez hay coches con mayor autonomía, y el siguiente paso será lograr hacerlos más accesibles a nivel económico. Algo que sucederá ya a corto y medio plazo.

La llegada de modelos como el Chevrolet Bolt, su versión europea el Ampera-E, y el Tesla Model 3, conducirán una demanda que hará incrementar de forma importante la producción. Una producción que incrementará la inversión, y que tendrá como resultado una inevitable reducción de los costes. Una espiral positiva que choca contra la mortal que afronta el petróleo.

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Vía | Jalopnik