El gobierno de Reino Unido se ha propuesto incrementar de forma importante el número de coches eléctricos en sus carreteras. Un plan que como es habitual cuenta con un programa de ayudas directas a la compra, así como otros incentivos, como exención de algunos impuestos, o estacionamiento gratuito en las grandes ciudades.
Pero ahora quieren ir un paso más allá. El nuevo proyecto para la promoción del coche eléctrico quiere poner el foco en la recarga pública. Con una reforma de la normativa, los diferentes operadores británicos tendrán que unificar su sistema de pago y evitar de esa manera que los clientes deban contar con diferentes abonos. Una interoperabilidad que facilitará la vida a los usuarios.
Además de esto, desde el gobierno pondrá un máximo al coste de la recarga rápida pública. Unos costes que varían de forma importante según el operador, con algunos como Ecotricity, que cobra 6 libras por 30 minutos, mientras que otros operadores minoritarios lo hacen por más de 7 libras por 30 minutos.
Estos costes tan elevados hacen que muchos usuarios sigan viendo con recelo dar el salto a los coches eléctricos, y ponen en peligro el objetivo del gobierno británico de lograr un 9% de ventas de coches de bajas emisiones para 2020. Una cifra que siguiendo con el actual ritmo se quedarán por debajo del 7%.
Según un portavoz del Ministerio de Transporte «Estamos buscando la forma de hacer los puntos de recarga públicos más cómodos para los usuarios. Además queremos simplificar los abonos, y hacer los precios más competitivos haciendo de las estaciones infraestructuras más transparentes y fáciles de utilizar«
Un proyecto que llegará al gobierno a principios de 2017, y que de ser aprobado sin duda será un movimiento muy ambicioso por parte de unos de los gobiernos más involucrados en el desarrollo del mercado del coche eléctrico.
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Vía | Autocar
