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Probando el nuevo BMW i3S en invierno. Mejor comportamiento dinámico pero un consumo elevado

La llegada del nuevo BMW i3s supone una nueva alternativa para los que busquen un coche eléctrico potente y diferente. Una versión que monta el mismo motor que la actual versión, pero que eleva su potencia de los 170 a los 184 CV. Pero las primeras pruebas nos muestran que los cambios son más profundos de lo que podríamos pensar. Sobre todo en la parte dinámica.

En una de estas pruebas realizadas por los redactores del BMW Blog, se ha testado una nueva unidad del i3S en pleno invierno, en una zona de Estados Unidos densamente nevada. Una situación perfecta para poner a prueba tanto la eficiencia, como sobre todo el comportamiento en carretera de esta nueva versión.

Una de las primeras sensaciones del conductor es que los cambios en el i3S no se han limitado a reprogramar el motor. Han notado cambios más importantes que se ven reflejados por ejemplo en una conducción en autopista más estable. Las rachas de viento laterales no afectan apenas al comportamiento del vehículo. Algo que indica un trabajo en la mejora de las suspensiones y el chasis que da como resultado un modelo con mucho más aplomo sobre el asfalto.

Con más potencia, se espera también tener más aceleración. Para los probadores desde cero el arranque no se nota a primera vista diferente a la versión normal, a pesar de que reduce los tiempos hasta los 100 km/h de los 7.3 segundos a los 6.9 segundos. Pero donde si han notado una gran diferencia es en las recuperaciones por encima de los 50 km/h. Algo que supone mejorar las prestaciones en situaciones como los adelantamientos.

Y como potencia sin control no sirve de nada, BMW ha instalado un nuevo sistema de control de tracción 50 veces más rápido. Gracias a que el proceso de control se calcula directamente desde el propio tren motriz en lugar de hacerlo desde una unidad remota, se mejora la estabilidad durante acciones como la frenada regenerativa. En la anterior versión esta podía llegar a liberar la rueda en caso de toparse con un bache en plena operación, lo que obligaba al conductor a pisar el freno para evitar la pérdida de control.

BMW i3S: Autonomía y consumo

Si hablamos de una versión deportiva, lo normal es que el consumo se incremente. En este caso la versión i3S se ha tenido que enfrentar a un crudo invierno con temperaturas por debajo de 0 grados. Después de 2.500 kilómetros a los mandos del coche han logrado un consumo medio de 19.9 kWh a los 100 kms. Una cifra elevada para un coche pequeño y ligero, pero que como decimos ha sido obtenida en unas condiciones muy duras.

Para ayudar a mejorar los números BMW ha montado una bomba de calor para la climatización. Además esta unidad contaba con asientos calefactables. Una herramienta muy eficaz contra el frío intenso. Echan en falta que esto no se haya extendido también al volante, que no dispone de calefacción.

Para la recarga han optado por la versión con carga rápida, lo que permite completar desplazamientos moderados contando con un punto de carga intermedia. Algo que sumado al incremento de capacidad respecto a la anterior generación, pasando de 22 a 33 kWh, hace que incluso con la versión 100% eléctrica sea más sencillo completar trayectos moderadamente largos.

Como vemos, importantes mejoras en el aspecto dinámico, pero a costa de una autonomía que bajo el ciclo EPA americano se queda en 171 kms, frente a los 183 kms que logra el i3 de serie.

También hay que añadir el sobre coste de esta versión que en España es de 3.650 euros entre el i3 y el i3S. Pero eso para las versiones de acceso. Una factura que luego el usuario podrá engordar a voluntad, y como ejemplo el coste de la unidad realizada para la prueba, cargada de equipamiento extra, y que ha salido por unos «módicos» 56.445 dólares.

Fuente | BMW Blog

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