El grupo Jaguar-Land Rover ha confirmado un importante incremento en la inversión en el desarrollo de su gama y tecnología, que supondrá incrementar un cuarto lo destinado hasta el momento. Una fuerte apuesta donde la electrificación tendrá un papel primordial.
En total se destinarán 15.300 millones de euros. Una cifra que supondrá un aumento del gasto para el desarrollo del 26% respecto a lo destinado en los tres años anteriores. Un dinero que será destinado en buena parte a desarrollar una amplia gama de coches eléctricos, y electrificados, que supondrá que para 2021 todas sus propuestas tendrán al menos una versión híbrida, híbrida enchufable o eléctrica.
Una de las razones para este cambio de dirección responde a la bajada de ventas sufrida por el grupo estos últimos años. Algo provocado entre otras cosas por la reducción de la demanda de vehículos diésel. Un extremo que ha motivado una pérdida importante del margen de beneficio debido a la fuerte exposición de la marca que en el último trimestre de 2017 contaba con una cuota de ventas de coches diésel del 90%.
Esto ha servido de aviso para afrontar un cambio en la oferta que supondrá por fin la llegada de versiones eléctricas. Un movimiento de pura supervivencia para amortiguar una dura caída que este año están sufriendo los coches diésel en Reino Unido y Europa por culpa de los escándalos de emisiones, y la escalada imparable del precio de los carburantes.
La idea de JLR es ofrecer tres versiones de cada modelo para 2025. Entre ellas habrá modelos con motor de combustión, híbridos e híbridos enchufables. En cuanto a la oferta de eléctricos puros desde el grupo se indica que se lanzarán si hay suficiente demanda por parte de sus clientes.
Opinión
La cuestión es que Jaguar-Land Rover no lo tendrá nada fácil. Como vemos la apuesta sobre el papel parece ambiciosa, pero la realidad es que después de poner a la venta el espectacular i-Pace, de momento parece que se quedarán a verlas venir esperando que la gente llame sus puertas pidiendo coches eléctricos. Algo que no sucederá ya que la oferta de otras marcas no hará más que crecer con la llegada de cada vez más y mejores alternativas.
Por otro lado la salida de Reino Unido de la UE también será un golpe para las seis fábricas que el grupo tiene en este mercado, que a partir del próximo año abandonará el mercado único lo que supondrá volver al sistema de aranceles. Algo que afectará no sólo a la exportación de los coches, sino también a algo tan sencillo como la compra de componentes.
