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Panasonic cancela los contratos con una de las empresas mineras que le suministra cobalto por saltarse las sanciones de Estados Unidos a Cuba

Panasonic, suministrador exclusivo para Tesla, pero con contratos con otras marcas de coches eléctricos, ha confirmado que ha cancelado los acuerdos con la empresa minera Sherritt International, encargada de entregar el cobalto usado en la producción de las baterías destinadas al sector de la automoción.

El problema parece radicar en la procedencia del propio cobalto. Según informa Reuters, Panasonic ha utilizado cobalto procedente de Cuba para la fabricación de baterías exportadas a Norteamérica. Un país bajo las sanciones económicas de Estados Unidos puestas en marcha hace ya 50 años, después de la nacionalización entre otras industrias de la minera realizada por el gobierno de Castro.

Las fuentes indican que este cobalto procedente del país caribeño ha sido utilizado a partir de febrero de este año para fabricar baterías para el Tesla Model S y X. Algo que ha terminado con la cancelación de los pedidos a la empresa minera.

Desde Tesla no se ha respondido sobre las preguntas de la procedencia del cobalto de sus baterías, y se ha aprovechado para recalcar que trabajan unto con Panasonic en reducir o eliminar por completo su uso en un futuro próximo.

Para los expertos, el problema es que la presión sobre las empresa mineras está aumentando de forma importante con la expansión del coche eléctrico. Cada vez ha más demanda, lo que eleva los precios, pero también obliga a las empresas a buscar nuevos emplazamientos para la extracción. Algo que lleva a algunas compañías a poner al límite el cumplimiento de normas como el embargo comercial de Estados Unidos a Cuba.

Opinión

Por supuesto resulta curioso que desde Estados Unidos se castigue la importación de minerales como el cobalto desde Cuba, sólo por cuestiones políticas. Mientras tanto no ponen reparos en la procedencia de lugares como la República del Congo, donde el respeto por los derechos humanos es una cuestión que no está ni sobre la mesa.

Al mismo tiempo esta noticia debería servir para que empresas como Panasonic eleven sus niveles de control sobre la procedencia de estos minerales, y también para incentivar la inversión en alternativas libres de cobalto que evitarán tanto problemas políticos, como los humanitarios. Unas alternativas que desde la propia compañía japonesa ha indicado están a dos o tres años de distancia de alcanzar el mercado.

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