El ayuntamiento de Londres ha confirmado que va a restringir el acceso a vehículos con motor de combustión interna a una calle del centro de la ciudad, dejando únicamente el paso libre a coches eléctricos e híbridos enchufables. Moor Lane va a ser la primera calle de la capital inglesa en prohibirse la circulación a coches con motores de gasolina y gasóleo como test para evaluar estas medidas de cara a la ampliación de zonas de bajas emisiones a partir de abril de 2019. Más especificamente, los únicos vehículos permitidos para poder pasar por esta «calle piloto» son los coches eléctricos puros y los híbridos enchufables con unas emisiones por debajo de los 75 g/km.
De todas formas, esta medida no es tan estricta como parece. Los vehículos con motor térmico podrán entrar a la mencionada calle por el acceso norte, siendo el acceso sur permitido solamente para vehículos cero emisiones. La medida es un primer paso del proyecto «Vecindario de Bajas Emisiones» del ayuntamiento de Londres, que pretende, al igual que en ciudades como Madrid o Valencia, establecer unas zonas céntricas de la ciudad restringidas a los humos y la contaminación.
Esta medida puede causar alguna molestia a los ciudadanos que quieran entrar a un aparcamiento que se encuentra en la parte sur de la calle, los cuales, si no disponen de un vehículo que cumpla las normas impuestas para poder circular desde el acceso sur, tendrá que dar la vuelta para entrar por la zona norte. Aún así, las molestias para los vecinos serán mínimas.
En el caso de que algún ciudadano afectado por la medida quiera expresar su opinión al respecto, este cierre parcial de la calle se abrirá a consulta pública a partir de noviembre, por lo que todas las partes involucradas en este cierre podrán comentar sus quejas o sugerencias.
Los resultados de este proyecto serán evaluados para decidir si otras calles también del centro de Londres pueden ser cerradas al tráfico de vehículos con motores de combustión, e incluso crear zonas enteras de bajas emisiones para paliar el problema de la contaminación que, como otras grandes ciudades europeas, sufre Londres.
De todas formas, el plan está aún por concretar, ya que se tiene que decidir aún cómo se aplicarán estas restricciones. Una de las opciones es la más restrictiva, estableciendo el tiempo de aplicación de la norma durante 24 horas al día los siete días de la semana. Otra opción más permisiva es la de prohibir la circulación de vehículos más contaminantes en un horario de 7 de la mañana a 11 de la noche de lunes a viernes.
Desde el ayuntamiento de la capital inglesa se describe este proyecto como «un importante paso para conseguir un aire más limpio en la ciudad. La medida es restrictiva pero necesaria para reducir drásticamente la polución en el aire en nuestras calles«. Se afirma también desde el consistorio que las medidas para disminuir los niveles de contaminación van más allá, por ejemplo, se pretende que la flota de autobuses de Londres sea una de las menos contaminantes del mundo.
Las restricciones se indicarán con cartelería al inicio de la calle y se advertirá a los ciudadanos a través de las redes sociales. Aún así, si algún conductor pasa por la calle con un vehículo que no cumple las excepciones, será avisado mediante una carta enviada a su domicilio, al igual que se empieza ya a realizar en Madrid con la implantación de Madrid Central. Este control se realizará mediante unas cámaras conectadas con las bases de tráfico que reconocen la matrícula del vehículo e identifican al propietario del mismo.
El ayuntamiento de Londres pretende ampliar este plan realizando una zona más amplia de cero emisiones de cara al año 2022, reduciendo la velocidad de muchas calles a 15 mph y ha prohibido la compra de vehículos diesel para su propia flota si existe una alternativa ecológica en el mercado.
Vía | Daily Mail
