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Nuevo Mazda3: el coche que quiere salvar el motor de gasolina gracias a la tecnología Skyactiv-X

Mazda acaba de presentar la nueva generación del Mazda3, su modelo compacto. Un vehículo que promete ser una auténtica revolución no sólo dentro de la firma japonesa, sino también en el mercado internacional, gracias a su nuevo motor Skyactiv-X: un propulsor de gasolina que promete los consumos de un diésel gracias a una arquitectura a caballo entre ambos tipos de motores.

Aunque todavía no han facilitado todos los datos de este nuevo propulsor, sí que sabemos que será un gasolina 2.0. El secreto de este motor será que, además de la combustión mediante bujías de un motor de gasolina clásico, también dispondrá de combustión por compresión, como ocurre en los motores diésel. Esto permitirá así alcanzar un rendimiento térmico del 56% según la marca, así como reducir los consumos entre un 25% y un 30% comparado con un motor gasolina de prestaciones similares.

Por otro lado, la potencia debería ser entre un 10% y 30% superior. En el caso concreto del motor 2.0 Skyactiv-X, Mazda anuncia que dispondrá de una potencia de unos 190 cv. Además, este motor ofrecerá según la marca unas emisiones de óxidos de nitrógeno y de partículas especialmente bajas, por lo que no necesitará de filtros de partículas para cumplir con las nuevas normativas de emisiones.

A pesar de todo, el nuevo Mazda3 se ofrecerá también con una gama de motores más convencionales: los actuales 1.5 y 2.0 Skyactiv-G de gasolina (así como un 2.5 Skyactiv-G en otros mercados), y una versión renovada del 1.8 Skyactiv-D diésel. Todo parece indicar que el 2.0 Skyactiv-X se convertirá en la opción más costosa de la gama (salvo que Mazda decida volver a lanzar una versión deportiva MPS).

El nuevo Mazda3 contará con dos carrocerías, como viene siendo habitual en la marca nipona: un hatchback de cinco puertas, y un sedán de cuatro. Como puede verse en las imágenes, ambos modelos tendrán unos planteamientos muy diferentes: el cinco puertas contará con un diseño bastante radical, con muy poca superficie acristalada, un enorme pilar C y una caída del techo abrupta; mientras que el sedán apostará por una estética más clásica y elegante.

En ambos modelos destaca el largo capó, algo curioso en unos tiempos en los que los fabricantes apuestan por recortar la sección frontal para maximizar el espacio interior. Al igual que ocurría con la anterior generación, es muy probable que esto repercuta en un espacio interior inferior a la mayoría de sus rivales del segmento C.

A nivel tecnológico, podremos destacar la presencia de equipamientos como la tracción total inteligente i-Activ, que según la marca, ofrecerá pérdidas mecánicas un 60% inferiores al sistema actual.

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