En el salón del automóvil SEMA cuya celebración está transcurriendo a lo largo de esta semana en Las Vegas, los distintos fabricantes han presentado numerosas novedades de sus modelos. Entre ellas, se encuentra una peculiar versión del Chevrolet Bolt eléctrico, una versión comercial del modelo del grupo General Motors. Estas versiones destinadas al uso industrial son escasas de ver en presentaciones de las marcas, y más tratándose de un vehículo eléctrico, por lo que la sorpresa es doble.
La nueva variante comercial del Chevrolet Bolt eléctrico se caracteriza por haber tomado la base del Bolt original y haberle eliminado todos los accesorios relacionados con el transporte de pasajeros. Las puertas traseras han sido soldadas a la carocería, por lo que no son practiables. Además, los cristales traseros y la luneta posterior han sido sustituidos por una pieza de chapa en el mismo color de la carrocería. Esto convierte al Chevy Bolt en una pequeña furgoneta de 4’17 metros de largo que, unido a su carrocería de pequeño monovolumen, hace que el espacio interior sea muy aprovechable.
Por dentro, la marca ha eliminado los asientos posteriores y el del copiloto, sustituyendo la moqueta por un suelo de chapa del mismo color que la carrocería, con lo que se consigue un suelo de carga totalmente plano. Curiosamente, los paneles de puerta posteriores se han mantenido, incluidas las manetas interiores de apertura, las cuales no tienen ningún efecto. El asiento del conductor, junto con el reposabrazos central, se ha rodeado de una valla protectora para evitar el impacto de los objetos transportados contra el piloto.
El interior de la parte delantera se ha mantenido intacto, tanto los paneles de las puertas como el salpicadero, que conserva la guantera original a la cual se accede de una forma poco dificultosa desde el puesto del conductor por la presencia de la jaula protectora. El piso tiene remachadas cuatro argollas para la sujección de cinchas o cuerdas para el anclaje de objetos transportados. El coche cuenta además con la alfombrilla del conductor personalizada y un puerto de carga iluminado de 240 V entre las numerosas opciones que ofrece Chevrolet, las cuales superan los 1.000 dólares.
La versión comercial del Chevrolet Bolt eléctrico es muy probable que se utilice como furgoneta de apoyo para las exhibiciones del nuevo Chevrolet Camaro eCOPO, el cual también se exhibe en el SEMA de Las Vegas. Para un uso más común, es una variante perfecta como furgoneta de servicios públicos o de transporte ligero. Esos vehículos, que en EEUU no gozan de mucha popularidad (son más comunes los pick-ups), son parte del paisaje habitual de países como España, donde las conversiones de los modelos utilitarios en versiones comerciales son muy numeras y gozan de éxito para el transporte de herramientas o como vehículo de asistencia rápida.
Vía | Inside EVs
