Según informa Reuters, la eléctrica española Iberdrola, y el fabricante japonés Nissan, están ultimando un acuerdo para comenzar el despliegue de las tecnologías de carga inteligente en Europa. Unos sistemas que permitirán la comunicación de los coches eléctricos con la red eléctrica, y que permitirá optimizar la producción usando las baterías como respaldo.
Hasta ahora estos sistemas se han usado en formato experimental, para comprobar el funcionamiento de los coches como almacenamiento estacionario. Y es que un coche está la mayor parte de su vida útil parado, y con los sistemas V2G se pretende ofrecer a sus clientes la posibilidad de entregar una determinada parte de su batería para almacenar en las horas de menor demanda, y de coste más reducido, para liberarla en las horas pico, donde la electricidad es más costosa.
Esto permite no sólo reducir la necesidad de contar con otras fuentes de respaldo, como el gas o el carbón, con el impacto en cuanto a emisiones contaminantes. También supone todo un impulso a las energías renovables, que tienen en su intermitencia su principal problema. Algo que de la mano del coche eléctrico se puede minimizar.
Nissan e Iberdrola han firmado un acuerdo que pretende demostrar de una forma práctica las bondades de la posibilidad de que el coche eléctrico pueda devolver parte de electricidad al hogar. En suma, se trata de posibilidades nuevas de negocio, así como una mejor gestión energética gracias a estos mecanismos de flexibilidad en un nuevo entorno conocido como ‘smart charging’.
Este proyecto será la punta de lanza de una potente inversión por parte de la eléctrica vasca, que pretende destinar 16.000 millones de euros en redes en los próximos cinco años. Algo que le permitirá sólo en España y Reino Unido poner en marcha 50.000 puntos de recarga. Ya en 2019 esperan tener 200 estaciones en marcha en nuestro país, en una red que se repartirá por todo el territorio.
Un movimiento que ha sido seguido por otras empresas del sector, que después de años sin hacer prácticamente nada, ahora se han puesto manos a la obra. Como ejemplo, los 65 millones de euros que destinará Endesa para instalar 8.000 puntos de recarga públicos, con el objetivo de llegar a los 100.000 contando las estaciones privadas.
Vía | Reuters
