Desde 2015 hemos podido ver como el grupo francés PSA (Citroën-Peugeot) trabajaba en la evolución de la prometedora tecnología de la conducción autónoma. Incluso se han realizado pruebas con prototipos dotados del máximo nivel de autonomía, el 5. Pero en un inesperado giro, el presidente del grupo ha confirmado que abandonan los trabajos más allá del nivel 3.
Los planes de PSA suponían lanzar sus primeros coches totalmente autónomos entre 2025 y 2030. Unas fechas a pesar de parecer lejanas, encajan dentro de los plazos que manejan el resto de fabricantes tradicionales. Pero en unas declaraciones a la prensa francés, Carlos Tavares, presidente de PSA, ha confirmado que abandonan los trabajos para desarrollar tecnología de conducción autónoma por encima del nivel 3.
La explicación según el Sr Tavares, son los elevados costes del sistema, que provoca que el vehículos vea disparado su precio. Pasar del nivel 3 al 4 supone un salto demasiado grande a nivel tecnológico y económico, que hace que desde PSA no se vea posible su rentabilidad a corto o medio plazo.
Esta decisión no está falta de polémica, ya que supone el dejar en manos de terceras empresas del desarrollo de una tecnología que sin duda cambiará la historia del automóvil para siempre. Su potencial es enorme, sobre todo a la hora de mejorar la seguridad en la carretera. Algo que tal como ha sucedido en múltiples ocasiones, supondrá que en algún momento los gobiernos lleguen a la conclusión que alcanzado un precio competitivo, esa tecnología deberá ser instalada en todos los vehículos de serie.
Y será en ese momento cuanto marcas como PSA, y aquellas que no están destinando recursos a la misma, se quejarán del intervencionismo de los estados, y que para poder acceder a estos sistemas necesitará ayudas públicas para costear una inversión que tendría que haber realizado con anterioridad para no depender de terceros suministradores.
Algo que nos recuerda mucho al actual problema con el acceso a las baterías, que atenaza a los grandes fabricantes que tienen planes muy ambiciosos, pero que han dejado en manos de otros el imprescindible tema de la producción de baterías.
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Vía | Auto-moto
