A día de hoy, son muchos los fabricantes de automóviles que están trabajando en sistemas de carga para coches eléctricos de elevada potencia, lo que debería permitir tiempos de carga mucho más rápidos en el futuro. Estos proyectos serán de gran importancia de cara al desarrollo del mercado del coche eléctrico en los próximos años, pues uno de los puntos que más frenan su crecimiento es precisamente los elevados tiempos de carga frente a los modelos térmicos.
En la actualidad, la marca que mayor potencia de carga ofrece en un coche eléctrico de calle es Porsche, que en su modelo Taycan (el cual se pondrá a la venta a finales de este mismo año) permitirá cargas de hasta 350 kW de potencia; o lo que es lo mismo, recuperar el 80% de su autonomía en apenas 15 minutos (recordemos que su batería será de 95 kWh, lo que debería equivaler a más de 500 km en condiciones reales).
Tras Porsche nos encontramos con Tesla, que recientemente reveló sus Supercargadores V3, los cuales son capaces de llegar a unos 250 kW de potencia, cifra que actualmente sólo pueden aprovechar los Model 3 (los Model S y Model X dotados de la nueva generación de motores Tesla son capaces de llegar a 200 kW, si bien se espera que con el restyling que recibirán ambos modelos a finales de año puedan acceder a potencias mayores).
Sin embargo, Audi, la tercera marca con mayor potencia de carga en un coche eléctrico de producción (su modelo e-tron es capaz de llegar a 150 kW) argumenta que la elevada potencia alcanzada por el modelo de Tesla realmente no significa nada, pues dicha cifra se mantiene durante un periodo de tiempo muy limitado, cayendo en picado de forma rápida.
Durante la presentación del e-tron en Norteamérica, Matthew Mostafaei, gerente del e-tron y los vehículos conectados de Audi en Estados Unidos, mostró al público una interesante tabla en la que se comparaba la tasa de carga de varios modelos eléctricos. De acuerdo con Mostafaei, Tesla es capaz de llegar a una potencia superior a ellos; sin embargo, su tasa de carga se reduce de forma drástica a lo largo de la sesión.
En comparación, el Audi e-tron es capaz de mantenerse por encima de los 140 kW durante mucho tiempo (hasta que se alcanza alrededor del 80% de autonomía), algo debido a la avanzada tecnología de enfriamiento de sus baterías, así como a los amplios márgenes del pack (a pesar de tener 95 kWh de capacidad, la parte «inferior» de la batería tiene una reserva del 8% y la superior del 4%, lo que explica que a la hora de la verdad la autonomía del modelo sea de «sólo» 417 km WLTP). Esto tiene como consecuencias positivas una carga más rápida y una mayor vida útil, pues al tener unos límites elevados la degradación de la batería será menor que en otros coches eléctricos.
Fuente | Electrek
