Siguiendo los pasos de otras petroleras como Shell o BP, Repsol está apostando por la diversificación de sus negocios ante la transformación que está sufriendo la industria del transporte. Ya en 2010 la compañía creó junto con el Ente Vasco de la Energía Ibil, un gestor carga que ahora se ha reorientado como proveedor tecnológico: a partir de ahora, será la propia Repsol la que desarrollará los negocios relacionados con la movilidad eléctrica a través de su propia marca.
La nueva línea de negocio, denominada Repsol Movilidad Eléctrica, permitirá a la empresa española incrementar su peso en un sector en el que lleva participando años a través de compañías como WiBLE o Silence. Tampoco hay que olvidar que el año pasado Repsol adquirió los activos de generación y comercialización de bajas emisiones de Viesgo.
Estos 2.350 MW de energía permitirán a la compañía desarrollar su negocio de suministro energético. Aparentemente, Repsol no sólo quiere ofrecer soluciones de carga en sus estaciones de servicio, sino también en los hogares (que es el lugar en el que se recargan el 80% de las veces los coches eléctricos), en las empresas, en las flotas y en la vía pública.
A día de hoy Repsol cuenta con 33 puntos de carga rápida en España, a los que habría que sumar el punto de carga ultra-rápida recientemente instalado en Vitoria. Para antes de que termine el año se instalarán otras cuatro estaciones ultra-rápidas en las Nacionales I y II, pues la compañía tiene el objetivo de conectar España con los corredores europeos. Esta iniciativa se unirá a otras como las redes de Iberdrola, CIRVE, IONITY o Nissan, las cuales permitirán tejer una amplia red de carga rápida en toda la península.
Además, Repsol se ha hecho con 13 de las 18 licitaciones de puntos de carga rápida que el Ayuntamiento de Madrid sacó recientemente a subasta, por lo que la empresa contará con un total de 27 puntos de carga rápida en la capital del país antes de que finalice el año: las 2 que tiene en las estaciones de servicio de Alberto Aguilera y La Atalayuela, las 12 que se encuentran en la vía pública, y los 13 nuevos puntos.
Gracias a esta estrategia, se cubrirán dos aspectos fundamentales para la movilidad eléctrica del futuro: la carga en los viajes por carretera, vital para que los propietarios de un coche eléctrico puedan realizar desplazamientos largos; así como la carga para todos aquellos que no dispongan de un garaje privado y tengan que recargar su coche eléctrico en estaciones rápidas de acceso público como si de una gasolinera actual se tratase.
