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El propietario de un Jaguar I-PACE comparte su experiencia de uso con el todocamino eléctrico

El Jaguar I-Pace es la primera incursión del fabricante británico del grupo indio Tata en el desarrollo y producción de un coche totalmente eléctrico. De una marca de la talla de Jaguar y su prestigio como marca premium, es de esperar que no existan problemas con sus diferentes modelos que tienen a la venta, pero la realidad es que por mucho que nos pese, la mayoría de las marcas sufren problemas en los lanzamientos iniciales de nuevos vehículos.

Es el caso del Jaguar I-Pace, el cual, según cuenta un propietario de este coche eléctrico, sufre unos cuántos problemas.

Umang Shah es el propietario de un Jaguar I-Pace, que después de haber tenido 19 coches de todo tipo a lo largo de su vida, eligió el SUV eléctrico de la marca británica para dar su primer paso en el mundo de los vehículos electrificados. Después de estudiar la compra de varios vehículos, entre ellos el Tesla Model X, decidió comprar el Jaguar por su impactante diseño exterior frente al más sobrio Model X.

Con un precio de aproximadamente 90.000 dólares (80.300 euros), Shah encargó su Jaguar I-Pace en un concesionario del estado de Nueva Jersey. Cuando recogió su flamante coche eléctrico, se percató de que el coche marcaba una autonomía estimada de 201 millas (323 km) con una carga completa. Preocupado, Shah informó al concesionario sobre ello, ya que la autonomía teórica del Jaguar I-Pace debería de estar en torno a los 415 km como mínimo gracias a su batería de 90 kWh de capacidad. Los empleados del concesionario le dijeron que todo era normal, ya que el Jaguar I-Pace cuenta con una autonomía adaptativa, que se ajustaría al uso que se le diese al coche en los primeros días.

Shah se fue más tranquilo del concesionario y en las siguientes 24 horas condujo de forma normal su nuevo coche eléctrico, pero pronto se dio cuenta de que los 323 km de autonomía que marcaba el coche al recogerlo eran muy optimistas.

Esta vez Shah decidió dejar el coche en el servicio oficial para que lo revisasen, tres días después de haberlo recogido. Según pudo ver en la aplicación de Jaguar en su móvil, el coche fue cargado al 100% antes de circular durante 145 km en un recorrido de pruebas, aunque cuando llegaron a su destino, el coche solo tenía 140 km restantes. Unos días más tarde, Shah volvió a ver en la aplicación como habían vuelto a conducir su coche durante poco más de 6 km, algo que supuso que la autonomía bajase en casi 23 km.

Al propietario le indicó la marca que se había tenido que sustituir los frenos por una llamada a revisión de Jaguar, y que además, su coche ya estaba cargando y estimando una autonomía de aproximadamente 435 km. Sin embargo, cuando iba a recogerlo los empleados de la marca volvieron a contactar con él para decirle que el problema de la autonomía no se había resuelto.

Fue en este momento cuando el problema se llevó a la central de Jaguar-Land Rover para que se investigase de una forma más exhaustiva, ya que su Jaguar I-Pace continuaba siendo inutilizable.  Shah se arrepiente de haber comprado un Jaguar I-Pace en vez de un Tesla Model X, y ahora está intentando que la marca le devuelva el dinero de su nuevo coche, el cual no puede usar.

Los problemas que ha sufrido este propietario denota también la necesaria formación que necesitan recibir los empleados de los concesionarios y servicios oficiales de las marcas que lanzan nuevos coches eléctricos al mercado, para que puedan diagnosticar de forma eficiente y correcta los problemas que puedan surgir en ellos.

Fuente | Teslarati

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