Los coches eléctricos son ideales para los desplazamientos diarios. Su suavidad de funcionamiento, su fiabilidad y sus bajos costes operativos los convierten en la solución perfecta para el día a día; además, la inmensa mayoría de conductores realizan trayectos que pueden ser cubiertos por un coche eléctrico a pesar de que su autonomía es inferior a la de uno de combustión.
Sin embargo, el problema para los potenciales clientes llega a la hora de preguntarse si un coche eléctrico sería válido a la hora de realizar un viaje de larga distancia, ya sea por autonomía o infraestructura de carga. Lo cierto es que los vehículos de Tesla no tienen mayor problema gracias a la amplia red de Supercargadores y a los numerosos Destinations Chargers repartidos en hoteles, aparcamientos y restaurantes de toda Europa.
Pero, ¿y los modelos de otras marcas? A pesar de los recelos de algunos conductores, es perfectamente viable. Cada vez hay una mayor infraestructura de carga rápida pública (sin ir más lejos, IONITY está tratando de unir todo el viejo continente con sus cargadores ultra-rápidos), y los hoteles están comenzando a instalar puntos de carga para aquellos clientes que decidan acudir con un coche eléctrico.
Si bien los viajes de larga distancia con un coche eléctrico serán más sencillos en unos años gracias a que habrá modelos con autonomías más amplias y un mayor número de puntos de carga de elevada potencia, a día de hoy es posible siguiendo una serie de consejos (de hecho, actualmente uno de cada tres propietarios de un coche eléctrico decide irse de vacaciones con su vehículo a baterías).
Para empezar, lo ideal es diseñar una ruta antes de partir que pase por cargadores situados estratégicamente en los puntos en los que sea necesario, algo que es posible gracias a páginas como Electromaps. Para hacer las paradas menos duraderas, es conveniente cargar el coche al 80% en los puntos de carga rápida, pues el 20% final suele ser notablemente más lento. Las paradas pueden ser aprovechadas para estirar las piernas y tomar un café.
Por otro lado, no se recomienda llevar el equipaje en una baca o en un remolque a no ser que sea estrictamente necesario, pues esto afecta a la aerodinámica y por lo tanto aumenta el consumo y disminuye la autonomía de nuestro coche. En caso de que no quede más remedio (ya sea por transportar unas bicicletas o por arrastrar una caravana, por ejemplo), habrá que tener en cuenta que las paradas se realizarán con mayor frecuencia.
Circular a alta velocidad puede disminuir la autonomía también, por lo que en lugar de viajar a 120 km/h por autopista, hacerlo a 100 km/h puede darnos varias decenas de kilómetros de autonomía extra que nos vendrán muy bien. A la hora de elegir alojamiento, lo ideal es buscar un hotel que cuente con puntos de carga para coches eléctricos, una opción cada vez más común en toda Europa.
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