Tal como habían anunciado la pasada semana, hoy ha tenido lugar el acto que da comienzo a la producción del Volkswagen ID.3. El primer coche eléctrico que usará la plataforma MEB, que es también el primero diseñado desde cero por parte del fabricante alemán para albergar solo un sistema eléctrico.
Se trata de un inicio con un fuerte componente simbólico, y al que han querido asistir las máximas autoridades tanto de Volkswagen, como también del gobierno alemán que ha estado encabezado por la canciller Angela Merkel que ha estado acompañada por el consejero delegado del Grupo, Herbert Diess, que han dado el pistoletazo de salida a una gigantesca inversión que supondrá la movilización de decenas de miles de millones de euros y el lanzamiento de una amplia gama de coches eléctricos.
Las cifras que maneja VW para su nuevo proyecto eléctrico supondrá una inversión solo en los próximos tres años de cerca de 30.000 millones de euros, lo que esperan les permitan sentar las bases de una gama que esperan logre unas ventas de 22 millones de coches eléctricos en todo el mundo hasta 2028.
Zwickau será la primera fábrica adaptada para producir coches eléctricos de Volkswagen, y para ello ha recibido una inversión inicial de 1.200 millones de euros en unas instalaciones que el fabricante espera que en 2020 logre ya alcanzar un ritmo de producción de 100.000 unidades, que crecerán hasta las 330.000 unidades un año más tarde.
Según el consejero delegado de Volkswagen, Herbert Diess. «El ID.3 realizará una importante contribución a la penetración de la movilidad eléctrica. Hace que la movilidad individual limpia sea accesible para millones de personas y supone un hito para nuestra compañía en el proceso de alcanzar la neutralidad en carbono en 2050”
De momento el ID.3 antes de su llegada ya ha logrado el objetivo de captar la atención del público. A cerca de 8 meses del inicio de sus entregas, el compacto alemán ya acumula más de 35.000 reservas. Y eso antes incluso de conocer los precios definitivos y sólo presentando la edición especial «First Edition», que no será la más económica, ni tampoco la que mayor autonomía tenga.
La producción del ID.3 tendrá un elevado nivel de automatización. Sus líneas contarán con cerca de 1.700 robots, sistemas de transporte sin conductor y procesos de fabricación, que han sido totalmente automatizados y que se encargarán de dar forma a un modelo que como vemos ya cuenta con una fuerte demanda.
Una planta que además pone el foco en la sostenibilidad y por ejemplo la producción de las celdas del ID.3, se utiliza exclusivamente energía procedente de fuentes renovables. Las emisiones que se producen durante todo el proceso de producción se compensan mediante inversiones en diferentes proyectos climáticos como el “Katingan Mataya Forest Protection”, en la isla indonesia de Borneo.
Este será un primer paso en un ambicioso programa eléctrico que tendrá su continuidad con una inversión que recorrerá toda la cadena de valor de la movilidad eléctrica, que tendrá en Alemania su centro neurálgico. Además del ensamblado final de los coches, VW pondrá en marcha instalaciones para desarrollar y fabricar motores eléctricos, celdas y packs de baterías.
Aparte de la fabricación en la planta de Zwickau, las plantas de componentes en Brunswick, Kassel, Salzgitter y Wolfsburgo también están involucradas en la producción del ID.3. Fabrican importantes componentes clave, como los motores eléctricos o los sistemas de baterías. Está previsto además que las plantas de fabricación de Emden y Hanover empiecen a fabricar coches eléctricos a partir de 2022.
Unas iniciativas a las que se sumará en paralelo la construcción de una Gigafábrica de baterías en colaboración con la sueca Northvolt y que se situará en la localidad de Salzgitter.
Fuente | Volkswagen
