Mientras en España el gobierno está pensando qué hacer, en Europa los diferentes gobiernos se han puesto manos a la obra para tratar de recuperar el estratégico sector de la automoción lo más rápido posible, y además hacerlo orientando las nuevas inversiones hacia la movilidad sostenible. Después de conocer el radical proyecto de Alemania, ahora conocemos los detalles de la nueva iniciativa de Países Bajos, que el 1 de julio pondrá en marcha un nuevo proyecto que además tendrá una duración de nada menos que cinco años.
Esta iniciativa contará con elementos habituales, como la ayuda directa de 4.000 euros a la compra de coches eléctricos nuevos con un precio de entre 12.000 y 45.000 euros, y un mínimo de 120 km de autonomía WLTP. Un incentivo que como vemos estará disponible hasta 2025 y que de esa forma crea un marco estable para compradores y vendedores, lo que facilitará las ventas de este tipo de vehículos.
Una cantidad que puede no parecer demasiado elevada si la comparamos con los 10.000 euros del nuevo proyecto de Alemania, o los 7.000 euros de Francia. Pero recordamos que Países Bajos cuenta desde hace algunos años con un IVA reducido a los coches eléctricos, que este año se ha aumentado hasta el 8%.
Pero sin duda la parte más novedosa e interesante es la relacionada con las ayudas a la compra de coches eléctricos usados. El gobierno holandés pondrá sobre la mesa 2.000 euros para aquellas personas que quieran electrificar su transporte, pero su presupuesto no alcance para un coche a estrenar.
Además aquellos interesados en comprarse ya mismo el coche podrán hacerlo, ya que la ayuda será retroactiva desde el 4 de junio. Por lo que no tendrán que esperar hasta que se ponga en marcha en julio. Algo que permitirá acelerar las ventas ya a corto plazo.
Según el Secretario de Estado holandés, Van Veldhoven: “Es importante que la movilidad eléctrica sea accesible para las personas. Con este subsidio, quiero ayudarles para que puedan elegir un coche eléctrico. Nuevo o de segunda mano. Cuantas más personas conduzcan vehículos eléctricos en lugar de diésel o gasolina, más limpio será nuestro aire y menos emisiones de gases de efecto invernadero ”.
Un proyecto sólido y ambicioso que como vemos tendrá una duración mínima de cinco años. Sin duda la parte más importante de todas ya que de poco importan los grandes anuncios si los fondos van a durar semanas. Algo que supone crear un negativo efecto desierto que no hace más que perjudicar a las ventas, y con ello los objetivos de reducción de emisiones e incluso el incentivar la creación de una industria de producción relacionada con el ecosistema del coche eléctrico.
A pesar de todo desde la industria del automóvil de Holanda se ha catalogado la nueva iniciativa como «poco ambicioso». Se indica que la limitación de precio máximo puede perjudicar a algunas marcas y a muchos clientes, y curiosamente ponen el ejemplo de Tesla, cuya versión más accesible se quedará fuera de estas ayudas. Algo que han criticado añadiendo la necesidad de poner en marcha también un proyecto paralelo de achatarramiento de coches diésel, tal como hacen mercados como Francia.
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