El sistema de conducción autónoma de Tesla comenzará su expansión por Canadá y Europa

Desde la activación del sistema de conducción autónoma total, la red se ha llenado de vídeos mostrando las avanzadas características de esta tecnología que ha logrado dar un importante salto adelante en cuanto a rendimiento. El único problema, además de la subida de precio que acarreará, es que solo se ha puesto en marcha en determinadas unidades en Estados Unidos. Pero ahora el propio Elon Musk ha confirmado el inicio de su expansión en los primeros mercados.

De momento no se saber si será una activación a pequeños números de clientes, pero si sabemos que en breve Tesla comenzará la activación en Canadá, y también a los primeros clientes de Europa, comenzando por uno de los puntos clave de Tesla como es Noruega.

Allí el fabricante americano se verá beneficiado por una legislación más avanzada respecto a la que está vigente en el resto de Europa, lo que facilitará la puesta en marcha y la prueba en las carreteras europeas gracias también a la flota más grande de todo el continente.

Gracias a esto, Tesla podrá terminar de pulir el sistema para adaptarlo a las características diferenciales de las vías del viejo continente, lo que supone un anticipo de su expansión por el resto de mercados que debería producirse antes de terminar este mismo año.

Queda por ver como funcionará el sistema bajo las estrictas regulaciones y limitaciones de la UE una vez se haya activado. Algo que tendrá una elevada importancia ya que supondrá el éxito o no de la tecnología. Una opción que ha aumentado su precio hasta los 10.000 dólares en Estados Unidos, pero que no lo ha hecho en Europa de momento.

Y es que será difícil a Tesla convencer a los usuarios de pagar hasta 10.000 euros por este sistema, si llega con grandes limitaciones que hagan casi inservibles sus grandes capacidades por culpa de regulaciones como la norma europea UN/ECE r79.

Debido a esto,  ya en su momento Tesla ha tenido que ajustar su Autopilot para el mercado europeo, resultando en que varias características están restringidas. Para los propietarios europeos de un modelo de Tesla, esto se traduce en que la experiencia de utilización se ve afectada por estas restricciones lo que hará más complejo justificar la presunta subida de precio, y que incluso pueden llegar a poner en peligro la propia activación de las características más allá de actualizaciones como el frenado en semáforos o señales de stop.

Algo que conoceremos en las próximas semanas, donde Autopilot tendrá que demostrar que merece o no la pena pagar la cada vez más elevada suma de dinero que cuesta activarlo.

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