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La activación del sistema de conducción autónoma manos libres del Ford Mustang Mach-e costará 600 euros

En unas semanas comenzará la distribución del Ford Mustang Mach-e. El primer coche eléctrico de nueva generación del fabricante norteamericano que además será el primer modelo en incorporar el Ford Co-Pilot 360. Un sistema de conducción autónoma cuya principal innovación será el uso de una cámara orientada hacia el conductor que permitirá la conducción manos libres.

Se trata de una tecnología que permitirá al conductor retirar las manos del volante, allí donde lo permita la legislación, pero a cambio una cámara controlará que el conductor mantenga la vista en todo momento en la carretera. Un sistema que alcanza un Nivel 3 de autonomía que sobre el papel se coloca entre los sistemas más punteros del mercado.

Ahora Ford ha confirmado los detalles económicos que tendrá este avanzado sistema, así como las limitaciones con las que llegará en un primero momento.

En Estados Unidos, donde los niveles de acabado son diferentes a Europa, el Active Drive Assist vendrá de serie en las variantes CA Route 1, Premium y First Edition. Por su parte en las versiones de acceso, como la Select, tendrá un coste de 3.200 dólares y se enmarcará dentro del paquete que incluye elementos como una la de 360 grados, asientos delanteros y volante calefactados.

Pero contar con el hardware no supondrá poder disfrutar de el. Y es que Ford ha confirmado que los interesados en activar el sistema Ford Co-Pilot360 Active 2.0 Prep Package, tendrán que abonar 600 dólares por una suscripción de tres años, y eso para cuando la tecnología esté lista para ser utilizada a lo largo del tercer trimestre de 2021, cuando se activará a distancia.

Si esto no fuese suficientemente complicado, Ford además ha añadido otra variante que supondrá que el sistema sólo funcionará en determinadas carreteras que hayan sido mapeadas previamente. En Estados Unidos supondrá un total de 160.000 kilómetros repartidos entre los principales nudos de comunicación, mientras que de momento no se ha comentado nada sobre su aplicación en una Europa que limita bastante este tipo de aplicaciones.

Una interesante tecnología que viene acompañado por una galimatías para el consumidor que tendrá que descifrar si su coche trae el sistema activado, y luego afrontar el pago de una suscripción de 600 dólares en tres años, 16.6 dólares al mes, que al finalizar el mismo tendrá que renovar para seguir disfrutando de la misma.

Un sistema que de momento no ha demostrado en la carretera si merece la pena o no su adquisición, y que debería llegar al menos durante un breve periodo en de forma gratuita para que los clientes prueben sus prestaciones.

Fuente | Ford

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