La decisión de gobierno de Reino Unido de prohibir la venta de coches de gasolina y diésel a partir de 2030, comienza a crear tendencia entre los grandes fabricantes de automóviles que preparan, a toda prisa, su oferta para un mercado en plena transformación.
La spin-off de Citroën convertida en gama de lujo del grupo francés PSA confirma que su oferta será exclusivamente eléctrica a partir de 2025.
Las buenas cifras de emisiones de las que goza la marca francesa en la actualidad, le sitúan a la cabeza de las marcas ‘premium‘ siendo la única que obtienen unas emisiones por debajo de los 95g/km de CO2 que exige la Unión Europea (entre aquellas no 100% eléctricas).
El cumplimiento de la normativa impulsa la decisión de poner fin a todo aquel modelo que en 2025 cuente con motorización exclusivamente térmica. La gama DS quedará por tanto restringida a coches eléctricos e híbridos enchufadles.
La motorización híbrida E-Tense será uno de los pilares de esta transición. La motorización que equipa el DS7 Crossback será empleada en el futuro DS9. Con esta planta motriz el DS7 puede recorrer poco más de 40 Kms en modo eléctrico.
La marca incorporará en el medio plazo versiones que extiendan la autonomía en modo eléctrico, especialmente para las variantes con tracción a las cuatro ruedas.
El director de marketing Mark Blundell recalca la apuesta de la marca indicando cómo: «DS Automobiles ha sido una fuerza pionera en vehículos eléctricos y enchufables desde el principio, estando en una posición sólida para cumplir con las nuevas pautas con cinco años de anticipación, a través de su continua inversión y desarrollo de vehículos eléctricos pioneros».
Mientras que la Unión Europea prepara su nuevo paquetes de medidas y restricciones de emisiones Euro7, las marcas se preparan para que sus gamas de vehículos sean compatibles con las futuras directrices.
Lamentablemente las marcas parecen adictas al uso de una terminología confusa que no significa realmente que pretenden transmitir. La generalización del uso del término coches eléctricos para aquellos que aún cuentan con motores de combustión interna, genera gran confusión y enmascara la realidad de las emisiones.
Los llamados coches «electrificados» continúan emitiendo gases nocivos para la salud y el medioambiente. En algunos casos más que sus homónimos no electrificados.
Vía | Fleetnews