La batería de estado sólido está cada vez más cerca. En Suiza se imprimirán en 3D

Desde Suiza llega una nueva propuesta para animar el sector de las baterías que se han configurado como el elemento clave de la movilidad cero emisiones. Europa de la mano del país helvético contará con una nueva propuesta de batería de estado sólido con aplicaciones en el mundo de la automoción.

La empresa suiza Blackstone Resources ha anunciado que tendrá una batería de estado sólido realizada por impresión 3D.

En noviembre de 2020, Blackstone Research inauguró sus primeras instalaciones de producción, en las que se producirá en masa la próxima generación de baterías para aplicaciones industriales y vehículos eléctricos.

La apertura de estas instalaciones de producción representa un hito importante para la empresa aproximándola a la realización de su visión. El primer paso de escalamiento de los sistemas instalados ofrecerá una capacidad de producción de 0,5 GWh por año. Pero, según declara la compañía, «esto es solo el comienzo«. El área para una expansión de las instalaciones ya está a disposición de Blackstone.

Dentro de la línea de desarrollo de baterías puesta en marcha por la compañía helvética, destacan una serie de tecnologías patentadas en las que Blackstone está investigando y desarrollando, que espera sean tremendamente disruptivas en el futuro.

Baterías impresas en 3D

Las tecnologías más prometedoras que la empresa está desarrollando actualmente son sus técnicas de impresión 3D patentadas para la producción de baterías de iones de litio, que utilizan electrodos de batería impresos junto con una tecnología de batería de estado sólido.

La tecnología desarrollada y patentada en la actualidad por la firma suiza, puede ser empleada tanto para producir baterías de electrolito líquido como baterías de estado sólido. Además estas técnicas posee el potencial de duplicar la densidad de energía, reduciendo los costes de fabricación con la tecnología actual de baterías de iones de litio.

La producción automatizada de baterías de impresión 3D también podría ahorrar hasta un 70% de los gastos de capital convencionales. Además de reducir los costos operativos en un 30%, en comparación con la tecnología de producción actual.

Esta tecnología puede ser un avance para solucionar algunas de las debilidades de los actuales procesos productivos de celdas de batería como: carencia de flexibilidad admitir el diseño de componentes, que debe coincidir con el diseño del producto.

La propuesta de Blackstone Resources incluye una reducción del CO2 emitido como consecuencia de la fabrocación de las baterías, rebajando un 25% en el consumo de energía, gracias a un proceso de secado un 50% inferior.

Este proceso es uno de los de mayor coste en los procesos de fabricación de las celdas de batería. De hecho, representa entre el 45% y el 57% de los coste total de energía.

Baterías de estado sólido

La producción de baterías de estado sólido supondrá el salto definitivo de la movilidad eléctrica puesto que ofrece el potencial de «un gran salto cuántico en la densidad de energía«, según describe la compañía.

Además de la reducción de costes, las baterías de estado sólido cuentan con la capacidad de acelerar la carga «unas seis veces«. Estas baterías aportan una ventaja desde el punto de vista de la seguridad puesto que evitan el uso de sustancias inflamables, peligrosas y tóxicas que normalmente se encuentran en las baterías de electrolitos líquidos.

Las baterías de estado sólido parecían lejos en un principio, pero parece ser que la llegada de esta tecnología se está acelerando. Mercedes ha anunciado que usará estas baterías en los autobuses a partir de 2022.

NIO se suma a esta tecnología con su nuevo paute de, nada menos que, 150 kWh. Toyota por su parte sigue fiel a su idea de saltar al coche 100% eléctrico cuando lleguen las baterías de estado sólido.

Por su parte,Volkswagen también está invirtiendo fuertemente en esta tecnología de celdas de batería apoyándose en la excelencia de QuantumScape.

Fuente | Blackstone Resources