Combustibles sintéticos, otro palo en las ruedas del coche eléctrico
5 min. lectura
Publicado: 30/03/2021 00:02
El coche eléctrico tiene que enfrentarse a menudo a todo tipo de argumentos y hasta fake news que tratan de desprestigiar una solución que día a día, desmiente los tabúes más arraigados en la sociedad. A pesar de esto aún queda un largo recorrido por delante para lograr erradicar los falsos mitos que circundan la nueva movilidad cero emisiones.
El último de estos argumentos en contra de la expansión del coche eléctrico viene de los combustibles sintéticos, que junto con la idea del hidrógeno ecológico, se ha convertido en el último palo en la ruedas a la mayor amenaza vivida nunca por el motor de combustión interna.
El nuevo mantra que proviene de la creación ‘artificial’ de un combustible, en lugar del que tiene como origen la extracción y refinamiento posterior, tiene como base el conservadurismo de una tradición y tecnología que ha contribuido durante más de cien años a una crisis climática y medioambiental, de catastróficas consecuencias para el planeta y la ciudadanía.
Salvando lo insalvable
La panacea que representan los combustibles fósiles es atractiva para muchas personas adversas al cambio, puesto que mantiene en pie el modelo basado en repostar en gasolineras, y quemar un producto en la cámara de combustión de un motor, que ha demostrado sus límites en términos de potencia energética tras más de un siglo.
La idea liderada por Porsche y otros fabricantes de poder seguir vendiendo coches de combustión interna, incluso cuando países como Reino Unido prohiban sus ventas, en base a la premisa de que gracias a estos nuevos combustibles sintéticos se reducirían las emisiones en un 85%.
¿Reducción o eliminación de emisiones?
La reducción, sin duda alguna es sustancial, pero si comparamos con las emisiones de un Porsche 911 alimentado con combustibles sintéticos, con las de un Porsche Taycan, resulta que un 15% sigue siendo mucho más que cero.
La realidad del cambio climático al que asistimos en la actualidad, las emisiones nocivas para la salud, así como la constatación de cómo la polución, sustancias y partículas en suspensión inciden dramáticamente sobre la salud de las personas, hace que el planeta y la propia sociedad busque alternativas cero emisiones.
Sobre este argumento Forbes ha publicado que para «algunos incluso han argumentado que los combustibles sintéticos harán de los coches eléctricos el Betamax del transporte ambiental«.
Pero como argumenta James Morris para la prestigiosa publicación, esto no volverá a ocurrir, puesto que «claramente esto no va a suceder con los BEV«.
Porsche y Siemens aliados sintéticos
En la actualidad Porsche y Siemens trabajan conjuntamente en el desarrollo de combustibles sintéticos en Chile. Se espera que en 2022 llegue la primera producción de prueba. Posteriormente en 2024 pretenden producir 55 millones de libros para llegar a los 500 millones en 2026.
Para esas fechas el mercado tendrá bastante más claro qué tecnología será la vencedora. Quizás el Betamax cero emisiones sea la apuesta ganadora que traiga consigo ciudades más limpias y un aire más saludable, para miles de millones de personas que día a día respirando los restos de combustibles quemados, bien sean fósiles, sintéticos o de cualquier otro tipo.
Los combustibles sintéticos pueden teóricamente producir una reducción del 85% en el CO2 de los vehículos para 2050, para entonces se deberían comenzar a conocer los potenciales efectos de sus emisiones y partículas en suspensión.
Pero para esa misma fecha, en países como los europeos donde se habrá desarrollado un importante despliegue de energías renovables, el coche eléctrico será el factor clave de una reducción real del 100% en las emisiones de CO2 del conjunto de vehículos en ese momento.
Queda por ver si necesitamos otros 30 años para darnos cuenta de la diferencia par ala salud de las personas y del medioambiente entre cero emisiones y un porcentaje de reducción de emisiones.