Desde este mes, todos los coches eléctricos vendidos en la Unión Europea tendrán que emitir ruido para alertar a los peatones de su presencia

Desde el 1 de julio de 2021, todos los coches eléctricos a batería, con pila de combustible de hidrógeno e híbridos deberán contar con un AVAS (Sistema de Alerta Acústica de Vehículos) para poder venderse en la Unión Europea. El objetivo de esta medida, recogida en el Reglamento de la UE 540/2014, es incrementar la seguridad de los peatones ante los silenciosos vehículos eléctricos.

Aunque este sistema ya era obligatorio en todos los automóviles eléctricos de nueva homologación desde hace dos años, a partir de ahora afectará a todos aquellos que se vendan en el mercado común europeo. El sistema deberá funcionar hasta los 20 km/h y marcha atrás, salvo en aquellos vehículos que ya tuvieran de antemano un sistema de alerta sonora para el retroceso.

En el caso de los híbridos, el AVAS solo tendrá que funcionar cuando el motor térmico esté apagado. El sistema no podrá desconectarse, por lo tanto, aquellos vehículos que daban al usuario la opción de activar o desactivar la alerta a voluntad deberán eliminarla. El sonido tendrá que ser de entre 56 y 75 decibelios e imitar al de un vehículo térmico.

Stephan Heinke, de la Asociación Alemana para Ciegos y Discapacitados Visuales, explica los enormes beneficios para la seguridad que supondrá esta medida: «Su implementación puede salvar vidas. Los peatones con discapacidad visual escuchan las señales acústicas de los vehículos que circulan […] Los vehículos de cualquier tipo solo pueden ser escuchados por este grupo de personas».

A pesar de que el objetivo perseguido con esta medida es mejorar la seguridad en las ciudades, lo cierto es que no han faltado detractores que han señalado que los sistemas AVAS eliminan una de las principales ventajas de los coches eléctricos: su silencioso funcionamiento, ideal para disminuir la problemática contaminación acústica de las grandes urbes europeas.

La inclusión obligatoria del AVAS es solo un adelanto de todos los avances en materia de seguridad que introducirá la Unión Europea a corto plazo: a partir de 2022, todos los automóviles vendidos en el viejo continente tendrán que equipar de serie un sistema de frenada automática de emergencia, la alerta por cambio involuntario de carril, un asistente por tráfico cruzado trasero o la preinstalación del sistema Alcolock.

Fuente | Spiegel

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