BMW acaba de comenzar la producción en serie del nuevo i4 en Múnich. El primer sedán eléctrico de la firma bávara jugará un papel fundamental dentro de los planes de la compañía, pues con el i3 a punto de retirarse del mercado y la negativa de la compañía de llevar el iX3 a Norteamérica, el i4 se convertirá hasta la llegada de propuestas como el iX1 en su coche eléctrico con mayor proyección de ventas a nivel global.
«La puesta en marcha del la producción del BMW i4 es un hito para esta planta y su equipo en el camino hacia la movilidad eléctrica. Ya en 2023, más de la mitad de todos los vehículos de Múnich tendrán una propulsión electrificada. La mayoría de ellos serán completamente eléctricos. Así que Múnich será completamente eléctrica», explica Milan Nedeljković, miembro de la junta de producción del fabricante.
El i4 es, a grandes rasgos, la versión eléctrica del Serie 4 Gran Coupé. Por este motivo, alrededor del 90% de las instalaciones de producción existentes en el taller de carrocería de Múnich se pueden utilizar para el nuevo modelo, el cual solo necesita utillaje específico para la fabricación del piso y de la parte trasera del chasis.
El inicio de la producción del i4 en Múnich sienta un importante precedente para la factoría, pues a partir del año 2025 las instalaciones también comenzarán a fabricar modelos eléctricos basados en la nueva plataforma Neue Klasse. Esta arquitectura, aunque todavía multienergía, estará más orientada a los trenes motrices electrificados que la CLAR del i4.
El BMW i4 tiene una autonomía máxima de 590 kilómetros (WLTP)
BMW ha implantado una serie de medidas para incrementar la sostenibilidad de la planta de Múnich, asegurándose de que la logística de transporte esté libre de emisiones locales en los próximos años. Así, se emplearán camiones eléctricos para la entrega de piezas y se incrementará el porcentaje de vehículos transportados en tren.
Por otro lado, la factoría se alimentará con energía eléctrica de origen sostenible obtenida en las centrales hidroeléctricas de la región, mientras que el resto de emisiones de dióxido de carbono serán compensadas para permitir que la planta tenga unas emisiones globales neutras.
El nuevo BMW i4 se comercializa en dos versiones: eDrive40 y M50. La primera de ellas es tracción trasera, rinde 340 CV (250 kW) de potencia y 430 Nm de par y alcanza una velocidad punta de 190 km/h. Su pack de baterías de 80,7 kWh útiles (83,9 kWh brutos) le permite homologar una autonomía máxima de 590 km WLTP.
La variante M50 añade una segunda unidad propulsora en el eje anterior, por lo que cuenta con tracción total. Gracias a su potencia de 544 CV (400 kW) y a su par de 795 Nm puede hacer el 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, con una velocidad punta de 225 km/h. En este caso su autonomía se ve limitada a 510 km WLTP. Tanto uno como otro pueden cargar a 7,4 kW de potencia en monofásica, a 11 kW en trifásica (0-100% en menos de 8 horas y media) y a 200 kW en corriente continua (10-80% en 31 minutos).
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