El comité de empresa de Volkswagen pide acelerar la electrificación de la emblemática fábrica de Wolfsburgo

El Grupo Volkswagen es, sin lugar a dudas, uno de los fabricantes europeos que con mayor fuerza están apostando por el coche eléctrico. La multinacional alemana, que tiene como objetivo superar a Tesla como mayor productor de coches eléctricos del mundo, quiere convertir su país natal en su principal centro de producción de vehículos cero emisiones.

La factoría de Zwickau, encargada de ensamblar los Audi Q4 e-tron y Q4 Sportback e-tron, CUPRA Born y Volkswagen ID.3 e ID.4, ya se ha convertido en una planta dedicada exclusivamente a la fabricación de vehículos eléctricos. Más adelante se unirán otros complejos como Dresde y Hannover, que ya tienen asignada la fabricación de algunos modelos de este tipo.

Sin embargo, para el comité de empresa esto no es suficiente, señalando que la fábrica insignia del grupo, Wolfsburgo, actualmente está infrautilizada. Para revertir esta situación, se pide que la ubicación acelere su transición a la producción de automóviles eléctricos, lo que permitirá mejorar el aprovechamiento de las icónicas instalaciones.

«La difícil situación en la planta de Wolfsburgo es un claro foco de las discusiones en curso para la ronda de planificación de este año», ha declarado la presidenta del comité de empresa, Daniela Cavallo. En la ronda de planificación del año se decidirán, entre otras cosas, las inversiones en las diferentes factorías del conglomerado.

La fábrica insignia de Volkswagen está infrautilizada

Por segundo año consecutivo, Wolfsburgo podría alcanzar un mínimo histórico de producción desde la posguerra: si en 2020 la factoría apenas produjo 500.000 unidades, la crisis de los microchips podría provocar que en 2021 esta cifra fuera incluso inferior. En el pasado, estas mismas instalaciones han llegado a ensamblar cerca de 800.000 automóviles anualmente.

En 2016, el consejo de administración garantizó un ritmo de al menos 820.000 automóviles para el año 2020; de hecho, a mediados de 2018 se estableció un objetivo de 1 millón de vehículos. «Incluso después de los ajustes por el COVID 19 y la falta de semiconductores, estamos muy lejos de los planes mutuamente acordados».

Gerardo Scarpino, adjunto de Cavallo, afirma que la asignación del proyecto Trinity no cambiará nada. «Ya se puede ver en el desarrollo de las cifras que el Trinity no será suficiente para la planta», explica el representante de los empleados. Cavallo sentencia que la factoría necesitará la adjudicación de un vehículo de gran volumen para revertir esta situación.

Fuente | Handelsblatt

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