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¿Será el hidrógeno el sustituto del gas natural en nuestros hogares?

No será pronto, pero sabemos que la despedida al gas natural se acerca. Hay alternativas y una de ellas se está probando de forma práctica en Países Bajos desde hace un año. El hidrógeno para el uso en las casas está lleno de posibilidades pero también de muchas dudas. ¿Puede mantener nuestros hogares cálidos?¿es seguro y cómodo?¿es costosa su adaptación y consumo?. Vamos a conocer algunas de las conclusiones a las que se están llegando en este país.

Países Bajos, el gas natural y el desencanto

Países Bajos tiene una historia muy especial con el gas natural. A finales de la década de 1950 se descubrió la segunda burbuja de gas más grande del mundo. Esto significó un impulso económico enorme para Países Bajos y sus habitantes. En la primera mitad de los años sesenta se creó una sofisticada infraestructura subterránea de gasoductos. Todos los hogares empezaron a cocinar y disfrutar de la calefacción con gas natural.

Sin embargo, el compromiso hacia la reducción de emisiones de dióxido de carbono y el aumento de la frecuencia e intensidad de los terremotos asociados a los yacimientos de gas han llevado al país a tomar medidas drásticas. Se propone completar para el año 2050 una transición a energía limpias y renovables y ello implica suprimir totalmente el uso de gas natural. Países Bajos decidió reducir la producción de gas el próximo año a 5 kilómetros cúbicos (menos de la mitad de la producción actual) y con el objetivo de no usar gas en el año 2030.

Primeros test hacia la transición

La transición energética es difícil y compleja, por ello se están empezando a hacer las primera pruebas en busca de problemas y soluciones. En una calle de Uithoorn, la empresa instaladora Feenstra y el operador de red Stedin probaron el transporte de hidrógeno en las tuberías existentes. Esto implicó examinar milimétricamente lo que sucede con el gas hidrógeno en los acoplamientos y conexiones. No sólo en la tubería principal sino también en la canalización que va hasta la vivienda. Se instalaron calderas de hidrógeno en los hogares y se pusieron en funcionamiento con los radiadores existentes. Mientras éstos funcionaban Feenstra revisó las tuberías en busca de fugas. Los resultados fueron positivos y se constató que los gasoductos de gas natural existentes son aptos para el hidrógeno sin mayores modificaciones.

Entrevista a los principales implicados en la conversión de la calle de Uithoorn

El próximo año en el municipio de Hoogeveen, una nueva zona residencial de aproximadamente 100 viviendas se calentará con hidrógeno verde. En una primera fase una empresa aún por determinar producirá y suministrará el gas a través de la red regular de gas natural. Luego el gas hidrógeno debe producirse localmente. Además en varias viviendas existentes del distrito se sustituirá el suministro de gas por hidrógeno cambiando la caldera y se pasará de los fogones de gas a las placas de inducción.

Lo que pasa entre las cuatro paredes

Como dije antes, la transición es difícil y compleja y llevará años. Si la producción de hidrógeno aumenta su introducción puede darse paulatinamente y es concebible que en algunos hogares el gas natural incorpore un pequeño porcentaje de hidrógeno. No todas las calderas son adecuadas para ello pero hoy en día se pueden adquirir calderas certificadas H2 ready que combustionan gas natural y tienen la opción de añadirle una parte de hidrógeno (20%).

Si sólo entrara hidrógeno en nuestra casa, entonces se necesita un tipo diferente de caldera de calefacción central. Las primera calderas de hidrógeno ya están a la venta. Son similares a las calderas a las que estamos acostumbrados y su precio está en el rango de las calderas más o menos caras. En términos de comodidad no hay ninguna diferencia entre el gas natural y el hidrógeno. Este tipo de caldera produce exactamente el mismo calor y el agua que fluye a los radiadores tiene la misma temperatura a la que estás acostumbrado.

Una de las calderas en el mercado que permite usar hidrógeno

Cocinar con hidrógeno es posible pero no con los hornillos de gas existentes. Es muy dudoso que a a corto o medio plazo haya cocinas de gas de hidrógeno en nuestros hogares, por lo que tiene más sentido pasar del gas natural a una forma de cocción eléctrica.

H2, precio y disponibilidad

En estos momentos el precio del hidrógeno gris es entre un 20% y un 40% más alto que el gas natural. Pero este no es el hidrógeno sostenible que pasará por las tuberías. No se sabe con certeza el precio del hidrógeno verde, pero su producción a gran escala haría que su precio caiga a lo largo de los años.

Como indiqué antes el suministro de hidrógeno en la zona residencial de Hoogeveen no está contratado, sí la distribución. En la calle de Uithoorn es suministrado por Stedin a través de un container con bombonas de hidrógeno para simular la distribución de gas en la ciudad. Lo esperable es que en el futuro haya varios proveedores entre los que el cliente puede escoger. En España se están dando los primeros pasos para su distribución industrial.

El proyecto para el primer hidroducto en nuestro país, pero podríamos usar los gasoductos actuales

Como resumen, de lo visto en estos dos test en Países Bajos parece que los gasoductos existentes son adecuados para el suministro de hidrógeno. Esto significa que con unos pequeños ajustes sería suficiente para cambiar el uso en el hogar de gas natural a hidrógeno. Cuando llegue el momento un cambio de caldera central sería la reforma más importante a llevar a cabo. Las dudas quedan pendientes en cuanto al precio y generación del hidrógeno.

Fuentes Feenstra Gawalo

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