La carrera por situarse en la cabeza de la producción de hidrógeno verde tendrá hoy una importante parada con la presentación del Proyecto SHYNE. Un consorcio integrado por 33 entidades de diferentes sectores con el objetivo de promover proyectos de hidrógeno renovable en todos los ámbitos de la economía española y fomentar una descarbonización a través de este vector energético, clave en la transición energética.
SHYNE aspira a ser un proyecto de referencia dentro de los objetivos de reducción de de emisiones contaminantes marcados tanto por la Unión Europea como por el Gobierno de España, a través de la Hoja de Ruta del Hidrógeno.
Además, estos buscan expandir la capacidad de producción del hidrógeno renovable. Un vector energético que proviene de fuentes renovables y sin emisiones de CO2. Un hidrógeno verde, que ha sido catalogado por Europa como esencial para la descarbonización.
Este consorcio, formado entre otros por las compañías: Alsa, Bosch, Celsa, Enagás, Scania, Talgo, Iberia, Balearia, Navantia, Sidenor, Ames Group, Tubacex, Calvera y Repsol, se ha marcado como objetivo los siguientes retos:
- La promoción de actividades de producción de hidrógeno renovable y combustibles sintéticos.
- Instalar 500 MW de producción de hidrógeno en 2025, y 2 GW de producción de hidrógeno en 2030.
- Generar un ecosistema que conecte las grandes iniciativas regionales en torno al hidrógeno que ya se están poniendo en marcha, como el Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C), el Valle del Hidrógeno de Cataluña y el Valle del Hidrógeno de la Región de Murcia.
- Creación de dos nuevos hub de innovación, cuyo objetivo será el desarrollo de tecnologías competitivas que se encuentran aún en desarrollo, como la fotoelectrocatálisis.
En cuanto a su producción, existen diversas formas de producir hidrógeno renovable. Una de las tecnologías más utilizadas es la electrólisis a partir de agua, que consiste en la separación de la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno mediante la aplicación de energía eléctrica renovable, pero existen otras alternativas.
Por ejemplo la propia Repsol produce hidrógeno partir de energía solar, y utilizando biometano. Un proceso que supone obtener el gas a partir de residuos sólidos urbanos, para de esta forma lograr una economía circular que transformen residuos en productos de alto valor añadido y bajas emisiones.
También trabajan en el desarrollo de un sistema que en colaboración con Enagás, que permitirá obtener hidrógeno de la energía solar, lo que sobre el papel permite reducir las emisiones en más de un 90% respecto al proceso convencional a partir del reformado de metano.
Fuente | Repsol