Aunque la lucha en los últimos meses se está situando en el segmento de los SUV, la realidad es que el pasado año el coche eléctrico más vendido en Europa ha sido una berlina. El Tesla Model 3. Es por eso que son varias las marcas que están echando un poco el freno en su estrategia para ofrecer también alternativas en el segmento de las berlinas. Es el caso de Volkswagen, que trabaja en el ID.7, que llegará en apenas unos meses para situarse como alternativa dentro de un segmento que parece vivirá un resurgimiento.
Hasta ahora conocido con el apelativo Aero-B, este modelo llegará a Europa dentro de la denominación ID de la familia de coches eléctricos de Volkswagen, y con el ID.7 como casi seguro nombre comercial. Una propuesta que se basará en los prototipos ID. Vizzion (2018) e ID. Space Vizzion (2019) que inicialmente se producirá en Foshan (China) mientras que en 2023 también pasará a fabricarse en Emden (Alemania), planta en la que actualmente se ensambla el Passat.
El ID.7 hará uso de la plataforma modular MEB del Grupo Volkswagen, ya vista en los ID.3, ID.4, ID.5 e ID.6, y se situará en torno a los 4.7 metros de largo.
En estas últimas imágenes espía, podemos ver al ID.7 realizando una serie de pruebas de invierno en las carreteras europeas. Unas fotos que nos muestran un diseño prácticamente definitivo de este modelo que se enfrenta a los últimos test antes de comenzar su producción.
En ellas vemos que Volkswagen no arriesgará demasiado con el aspecto y por ejemplo el frontal adoptará un aspecto mucho más convencional que lo visto en los anteriores prototipos, donde se apostaba por una tira LED que recorría todo el morro, y que ha sido sustituido por una parrilla menos llamativa.
Tampoco heredará al parecer los tiradores de las puertas integrados en la carrocería, optando de nuevo por un sistema tradicional. La parte trasera parece ser la que más podría cambiar de aquí a su lanzamiento, ya que se ve que los faros traseros son claramente temporales. Veremos si Volkswagen opta por un diseño más atrevido con una tira cruzando todo el maletero, o también los recortes llegan a esta zona.
Queda por ver además del diseño final, también si en el aspecto mecánico Volkswagen tampoco quiere arriesgar simplemente replicando las configuraciones del resto de modelos ID, con baterías de 58 o 77 kWh, o por lo contario se lanzan a la piscina con una variante Top con batería de 100 kWh que le deberían permitir lograr unos 700 km WLTP. Algo que sin duda le permitiría gozar de un plus frente a sus principales rivales.
Algo que tendrá que complementarse con elementos como un sistema de carga de mínimo 150 kW, aunque debería llegar al menos a los 200 kW, y algún sistema de ayuda a la conducción al menos de nivel 2. Todo con un precio que debería situarse por debajo de los 40.000 euros para la versión más económica, o los 50.000 euros para la de 100 kWh.