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Así es la experiencia de recargar en una gasolinera Shell convertida en estación de carga de coches eléctricos

Esta ex gasolinera se ubica en Fulham, al oeste de Londres (Reino Unido) y ahora está dedicada en exclusiva a los coches eléctricos. Cuenta con nueve cargadores de alta potencia (175 kW) que funcionan tanto con conectores CCS Combo como CHAdeMO, aunque hay 11 plazas reservadas para los enchufables. Abrió durante el mes pasado tras un año de obras.

El editor de Tom’s Guide, Tom Pritchard, nos cuenta en un artículo cómo ha sido su experiencia en la primera ex gasolinera de Shell en el mundo que se ha convertido en un hub de carga de coches eléctricos. No ha sido la mejor experiencia posible, pero no porque los cargadores sean lentos o demasiado caros, sino por una mezcla de factores. Uno de ellos, y no poco despreciable, era que no le pilla de paso y tuvo que desviarse un poco.

Eso, que estamos dispuestos a hacerlo con un coche de gasolina, gasóleo, gas o sucedáneos petrolíferos, con un eléctrico nos cuesta más. El problema de Pritchard es que cargaba lo suficientemente rápido como para no tener que irse muy lejos, pero lo suficientemente lento como para llegar a aburrirse. Partamos de la base de que conduce un Nissan Leaf, que no aprovecha precisamente toda la potencia de los cargadores.

Precisamente previendo que los clientes se puedan aburrir, tienen una sala de espera a su disposición, minimercado, grifo para rellenar agua, una tiendecita pija (Little Waitrose) y una cafetería de Costa Coffee (debe ser buena la taza allí). Nuestro amigo hizo una recarga de 15,4 kWh en media hora que le costó 7,56 libras más una tasa de activación de 2,85. En total, 12,5 euros al cambio.

Más que el precio en sí, lo que no le gustó fue la falta de transparencia, pues el cargador no mostraba el precio ni cuánto le estaba costando la recarga -sí cuánta energía había recibido o la potencia-, para lo cual o usaba una aplicación móvil, o miraba su cuenta corriente, o tenía que llamar a atención al cliente. Es otra costumbre que hemos heredado del mundo del petróleo, ver cómo sube inmisericorde el importe en el surtidor.

Bajo su punto de vista, no tiene sentido este tipo de instalaciones a menos que el conductor las tenga en su ruta -como una parada en autovía- o que pueda aprovechar mejor el tiempo, como tener al lado un supermercado o ir a ver una película al cine. Desde luego no tiene demasiado sentido como un residente del barrio que no quiere o no puede tener acceso a un cargador. 9 euros por menos de 100 kilómetros no ahorra respecto a la mayoría de coches de combustión interna.

Como podemos ver en este vídeo promocional, en el que el cantante de Coldplay ingeniero William nos cuenta cómo se construyó este hub, Shell ha querido hacer un sitio agradable para recargar rápidamente y con una experiencia cercana a la de una gasolinera, pero todo más cuqui y sostenible, con paneles de madera, eficiencia energética y placas solares que suplen el 25% de sus necesidades. El resto es energía renovable certificada (en teoría, claro).

¿Tendría más sentido una instalación de este tipo con cargadores de corriente alterna para que los clientes estén enchufados durante horas, y refiriéndonos a los que se han ido a su casa o están trabajando? ¿Tendría más sentido en una ruta de paso que en un barrio londinense? ¿Es un lugar más conveniente para usuarios de coches híbridos enchufables -se tiran ahí unas horas- que para los que tienen eléctricos que pueden cargar rápidamente?

Shell se ha marcado el objetivo de instalar 5.000 puntos de recarga en el Reino Unido en 2025 para así dar servicio a casi 400.000 vehículos eléctricos. Hace un año adquirió la empresa ubitricity, que estaba instalando puntos de recarga de corriente alterna en barrios residenciales aprovechando las acometidas de las farolas, iban por 2.783 puntos por entonces. Su estrategia consiste en que haya puntos de recarga de todas las potencias.

El modelo de recarga de oportunidad en plena calle es más adecuado para dejar el coche tirado durante horas, cuando no va a ser necesario, y sin necesidad de plaza de garaje propia, solo que haya sitio en el vecindario. Shell está haciendo con este hub una experiencia piloto, si acaba siendo exitoso será porque viene gente con un perfil diferente a Tom, un perfil de cliente al que sí le sale a cuenta, aunque haya puntos de recarga más económicos para que elija.

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