Ayer tuvo lugar la conferencia de resultados de Fisker Inc. durante el cuarto trimestre y el cierre de 2021. De momento la mayoría de los pocos ingresos de la compañía vienen por las reservas anticipadas de sus dos próximos modelos. Las reservas del Fisker Ocean se empezaron a anotaren noviembre de 2019, mientras que las del PEAR, que aún no ha sido presentado, se han abierto hace escasos días.
Han pasado ya dos años desde que el Ocean se presentase en el CES de Las Vegas, y hasta la fecha se han acumulado 30.000 y pico reservas, de las cuales unas 1.600 son de flotas. Al igual que en el caso del PEAR, los interesados adelantan 250 dólares -unos 220 euros- para coger puesto en la cola y realizar los pedidos ya en un orden. Los que se echan atrás recuperan el dinero, y los que no hacen un perdido formal a fábrica. El configurador estará listo en verano.
Durante 2022 (y estamos a mitad de febrero) las reservas se hacen a un ritmo cinco veces más alto que en 2021
Henrik Fisker declaró que, tras contactar con los interesados, la mayoría están deseando hacerse con los dos acabados más altos, 38% y 43%, respectivamente. Eso significa que los Fisker Ocean que se transformen en pedidos -troleos aparte- tendrán un precio medio de 56.000 dólares sin contar extras. En otras palabras, optan a una facturación de 1.680 millones de dólares. También es relevante el dato de que es más de la producción de 2023, ya que en realidad la fábrica de Magna Steyr en Graz (Austria) comenzará a trabajar en noviembre de 2022 con este modelo.
La gama del Fisker Ocean arranca en la versión Ocean Sport (37.499 dólares), por encima se situarán los Ocean Ultra (49.999 dólares) y Ocean Extreme (68.999 dólares). Mientras el primero será 4×2 y con baterías LFP, los dos superiores -los más demandados- tendrán tracción total y baterías NMC. Entre los rivales de gran producción podemos citar a Tesla Model Y, Nissan Ariya o Volkswagen ID.4. En Europa será el Banco Santander el que proporcione la financiación a los clientes, en EEUU lo será JP Morgan Chase; no son bancos del montoncillo.
Fisker confía en llega a fin de año -inicio de producción- con 50.000 reservas y que haya un ratio de conversión elevado, recordemos que echarse para atrás no supone penalización y los futuros clientes pueden acabarse decantando por otro coche eléctrico. La toma de reservas comenzó sin haberse presentado todavía el prototipo, pasaron dos meses. Con 50.000 reservas la facturación ya debería pasar de 2.000 millones de dólares.
El fabricante quiere dar confianza con una garantía de seis años o 60.000 millas (unos 100.000 km) para la cadena cinemática y 10 años o 100.000 millas (unos 160.000 km) para las baterías. Pocos fabricantes dan más, como los 10 años de garantía para las baterías y un millón de kilómetros con menos del 30% de degradación en el caso del Toyota bZ4x.
Fisker también dejó caer que hay varias compañías de alquiler que podrían hacer un buen pedido de Ocean y PEAR, por lo que el sistema de reservas es una forma de que los particulares reciban primero los coches, de ahí la antelación con la que se han abierto. En el caso del Ocean, desde la toma de reservas hasta el inicio de producción pasarán dos años, y en el caso del PEAR igual, porque se espera su producción en algún momento de 2024.
Las compañías emergentes (aunque Fisker se ha hundido y trata de volver a flotar) pasan por un momento delicado mientras toman las reservas. No es que consigan mucho dinero así, 31.000 reservas les darían 7,5 millones de dólares, que es calderilla en este negocio, pero van consiguiendo notoriedad. Desde luego consiguen más que enseñando fotos de render en 3D y unos pocos prototipos de pruebas/validación hasta que la fábrica empiece a trabajar en serie y en serio.
Si bien 31.000 unidades no es un número demasiado grande, hablamos de un constructor de momento pequeño y que ha subcontratado la producción a Magna Steyr. Esto puede resultar rentable para modelos de tiradas no muy grandes, como algunos BMW o MINI. Eso respecto al Ocean, porque el PEAR se fabricará en Estados Unidos de la mano de Hon Hai Precision Industry Co., Ltd., Foxconn para los amigos, en la fábrica que pertenecía a Lordstown Motors, en el Estado de Ohio. El PEAR se fabricará en números mucho mayores, 250.000 al año cuando la planta esté a tope.
