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¿Por qué se resiste Lamborghini a fabricar hiperdeportivos eléctricos?

Este año va a ser el último que Lamborghini venda coches con motores de combustión sin electrificar (ICE); a partir de 2023 la marca del toro nos deleitará con lanzamientos híbridos y totalmente eléctricos. Sin embargo, sus hiperdeportivos van a seguir sin electrificación total y van a mantener sus motores de combustión (V8, V10 o V12).

En 2024 esperamos la llegada de los sucesores de Aventador y Huracán con motorizaciones híbridas enchufables, un término medio entre un modelo de combustión y uno totalmente eléctrico. Esto permitirá a Lamborghini reducir drásticamente sus emisiones homologadas y que, en distancias cortas, los hiperdeportivos puedan moverse sin emisiones o que estas sean muy reducidas.

La marca del toro está «encerrada» entre dos tendencias, la de la clientela habitual, que quiere sentir y oir el rugido de grandes motores de gasolina, y el de una nueva generación que le da más importancia a la tecnología y lo eléctrico. Stefan Winkelmann lo explicó a Business Insider: «Tenemos que movernos de acuerdo [a la reducción de emisiones] sin diluir los valores de la marca». Por supuesto, las normas tienen que cumplirlas.

Lamborghini Urus

Pasado 2025, las emisiones homologadas de Lamborghini se habrán reducido a la mitad. Además de una versión eléctrica del Lamborghini Urus, también sabemos que en 2027-2028 habrá un modelo también eléctrico de cuatro plazas y pensado en la usabilidad diaria. Los hiperdeportivos seguirán siendo híbridos enchufables.

Hay una ventana de oportunidad para mantener la esencia de Lamborghini y seguir cumpliendo las normas, y es combinar los híbridos enchufables con combustibles sintéticos, camino que también explora Porsche. Aunque del «pozo a la rueda» no es una combinación eficiente, sí permite suprimir casi todas las emisiones de carbono y que las tóxicas estén muy a raya, de acuerdo a los límites de emisiones.

Tengamos presente que en el momento en el que todas las marcas de coches estén electrificadas, habrán perdido parte de su personalidad. Con los motores eléctricos todo es más simple, pero en cuanto a combustión cada motor tiene su carácter, su sonido, elasticidad… no es lo mismo un bóxer de cuatro cilindros que un V6, ni un V6 es igual a un V10, ni un tricilíndrico asistido por motor eléctrico es un cuatro en línea de alto régimen de giro.

Lamborghini Huracán

Por lo tanto, y tal como Stefan Winkelmann nos ha dejado entre líneas, mientras la clientela que quiere combustión interna y grandes motores en V siga siendo relevante, Lamborghini seguirá manteniendo sus hiperdeportivos como híbridos. Tal vez en 10 años todo haya cambiado y nadie quiera un Lamborghini a gasolina, dados los avances en baterías, motores, sistemas de control, redes de recarga, etc.

Los ingenieros tienen por delante un desafío técnico importante para añadir subjetividad y emoción a los motores eléctricos más allá de su capacidad de acelerar de forma explosiva. Se puede engañar a los sentidos de múltiples formas, como con vibración, altavoces de graves que emitan sonidos de muy baja frecuencia, etc.

Al igual que Ferrari y que Porche, los Lamborghini son coches muy aptos para colección, mantenerse muchísimo tiempo y no acabar en desguaces salvo que sean siniestros totales. Puede que un día Lamborghini sucumba a la electrificación y no fabrique más motores de gasolina. La cotización de los térmicos del pasado nos dará cuenta de si fue buena idea o no.

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