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Toda la carga del Felicity Ace se ha perdido, el buque carguero de coches se hundió por la mañana

Se pone punto final a la crisis del buque carguero Felicity Ace, que sufrió un incendio en sus bodegas la noche del 16 de febrero a 90 millas de las Azores portuguesas, quedando a la deriva. El barco partió de Alemania rumbo a Estados Unidos con una capacidad de casi 4.000 coches, un buen número de ellos totalmente eléctricos. Todos los vehículos perdidos eran del Grupo Volkswagen y el seguro tendrá que aflojar más de 438 millones de dólares, solo por la carga -que no era únicamente de coches-.

Tratando de remolcarlo una vez que acabó el aparatoso incendio, espoleado por las baterías de varios coches eléctricos e híbridos enchufables, mar brava embistió el buque hasta que escoró a estribor y se hundió sobre las 9:00 (hora local). De acuerdo a la Marina de Portugal, se encuentra a 10.000 pies de profundidad, algo más de 3.000 metros. Huelga decir que toda la carga se ha perdido, sin matices. Se encontraba ya a 220 millas de la Azores.

Había esperanzas de que al remolcar el barco a un puerto en Europa se hubiese podido salvar algo del fuego, entrada de agua de mar por los agujeros en la parte superior del barco, o los vaivenes de una nave a la deriva. En su bodega había cientos de Audi, Volkswagen, Porsche, Lamborghini… Los concesionarios con pedidos afectados recibirán nueva producción para reemplazar las pérdidas, así que la lista de espera va a crecer para todos.

Felicity Ace a los dos años de su botadura (2007)

El barco tenía una edad de 15 años y estaba abanderado por Panamá. Puede haber contaminación al contener todavía más de 2.000 toneladas de combustible y otras 2.000 toneladas de aceite. Eso por no hablar de todo lo que tiene un coche moderno y que no debería estar en el fondo del mar. La pérdida de esta nave debe abrir un debate en la seguridad del transporte de coches en buques Ro-Ro.

Las técnicas habituales de extinción de incendios no sirven cuando se trata de apagar incendios de baterías. Eso selló el destino del barco. El aumento en la producción de vehículos eléctricos hace que este problema pueda darse más de una vez, basta con que un solo vehículo salga ardiendo para que se monte un buen estropicio. Una consecuencia evidente es que pueden aumentar los costes por medidas de seguridad adicionales o primas más caras para los armadores.

Afortunadamente, no hay que lamentar un solo herido, toda la tripulación del Felicity Ace fue evacuada hace casi dos semanas y no se encontraba nadie a bordo cuando se hundió. La empresa Smit Salvage no es ninguna aficionada en el rescate de naves en apuros, era la responsable de llevar lo que quedaba de la nave a puerto. El armador perjudicado ha sido Mitsui O.S.K. Lines (MOL) Ship Management, otra de las partes perjudicadas en este naufragio.

Vía | Bloomberg
Fotografía | Marina de Portugal

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