El Felicity Ace era un barco carguero tipo Ro-Ro, pero actualmente no es más que un barco fantasma. Desde el miércoles 17 de febrero por la noche está a la deriva a 90 millas de las Islas Azores (Portugal) y con un importante incendio en sus entrañas. Toda la tripulación, 22 personas, fue evacuada por la Marina de Portugal sin daños personales. Aparentemente, la nave mantiene la flotabilidad y la estabilidad, y no hay vertidos de combustible.
Volvamos unos días atrás. El 10 de febrero partió por la tarde desde el puerto de Emden (Alemania) con destino a Davisville (Estados Unidos), transportando casi 4.000 coches de gama media y alta del Grupo Volkswagen para el mercado estadounidense. Debería haber llegado pasado mañana al Nuevo Mundo, pero tal cosa no va a ocurrir.
Actualmente, el barco sigue ardiendo, aunque menos. Fuentes portuarias citadas por la agencia Lusa indican que el fuego ha perdido intensidad porque ya queda poco por arder. Entre los 3.965 coches a bordo -reportados por Bloomberg- se ha podido confirmar la presencia de unos 1.100 Porsche, 189 Bentley, algunos Lamborghini y Bugatti, y otros tantos Audi y Volkswagen. Entre ellos hay unos cuantos coches eléctricos, y si bien no sabemos el origen del incendio, queda claro que este factor no ayuda ni mucho menos a la extinción del mismo.
La preocupación inmediata es sofocar el incendio para que la nave quede más dañada. Si las llamas alcanzasen los depósitos de combustible el Felicity Ace estaría sentenciado definitivamente. Prácticamente toda la carga se da por perdida, al menos tres cuartas partes de los coches habrán quedado inservibles y tendrán que ser desguazados. El máximo impacto se ha dado a partir de los 5 metros de la línea de flotación, informó João Mendes Cabeças, capitán del puerto de Horta. El fuego avanzó desde el centro hasta la popa (parte trasera).
Las baterías de litio, cuando arden, sufren incendios muy difíciles de extinguir. A diferencia de otro tipo de incendios, utilizar agua no contribuye a sofocar las llamas, lo empeora. Los esfuerzos de extinción han tratado más de refrigerar la estructura del barco que sofocar las llamas en la zona de carga. Ahora mismo es muy peligroso entrar en la nave y todo se hace desde fuera. No hay nadie a bordo, aunque expertos de la empresa holandesa Smit Salvage han visto el barco in situ en un barco pequeño, informó el armador MOL Ship Management.
Las cifras sobre el valor de la carga perdida oscilan mucho, pero podemos hacernos una idea entre los 250 y los 350 millones de dólares, por no hablar de otros costes que tendrán que afrontar las aseguradoras, como la extinción del incendio, remolque del buque a puerto continental, sacar los coches y desguazarlos… y finalmente reparar la nave, si es que se puede. El «palo» puede superar los 500 millones de dólares.
Las imágenes muestran daños importantes en el lado de babor (costado izquierdo) pero la humareda que hay a estribor (costado derecho) ha sido tan intensa que ha tapado completamente la visión del barco. Obviamente también se desconoce tanto el estado de la carga como el foco del incendio. Los coches que no han ardido en niveles inferiores de bodega pueden sufrir daños por muchas causas (fallo estructural, escorado de la nave, agua, humo…) y también ser pérdidas totales.
Una de las probabilidades es un incendio espontáneo de las baterías de uno de los coches eléctricos a bordo, pero es una de tantas y la investigación forense arrojará luz al cabo del tiempo. Pero para eso es imprescindible que el barco pueda llegar a puerto y sea seguro transitar por su interior. Dependiendo de los daños, puede que el foco no pueda ser determinado con precisión nunca.
Indiciariamente el incendio empezó en algún coche, la tripulación se vio incapaz de extinguirlo y emitió una señal de socorro para ser evacuada. Es la versión del capitán reportada por la agencia Reuters. Entre el día 23 y 24 arribará desde Rotterdam (Holanda) una nave de rescate especializada en extinción de incendios de este tipo, mientras tanto lo vigila de cerca el patrullero NRP Setúbal de la Marina Portuguesa y un par de remolcadores enviados desde Gibraltar.
El navío Felicity Ace tiene bandera de Panamá, está operado por la nipona Mitsui O.S.K. Lines (MOL) y fue botado en 2005 en Japón. Mide 200 metros de eslora y 32,26 metros de manga, con una capacidad de 6.400 CEU (unidades equivalentes de automóvil).
Fotografía | Marina de Portugal