Una de las grandes barreras a las que se enfrentan los fabricantes de coches eléctricos, es poder cubrir la demanda por falta de componentes como las baterías. Pero este año Europa vivirá un importante evento con el inicio de los trabajos de una de las instalaciones más grandes del continente que prepara la china CATL, y que ya tiene fecha para iniciar sus producción.
Esta auténtica gigafábrica, situada en la localidad de Arnstadt, Thuringia, se encargará de suministrar baterías a fabricantes locales como BMW, Mercedes-Benz y Volkswagen, así como a los suecos de Volvo. La factoría llegará a una producción anual estimada de 14 GWh para 2023 en una planta que supondrá la creación de 1.500 empleos.
Gracias a esta puesta en marcha, los fabricantes alemanes tendrán a su disposición un suministro suficiente como para sacar adelante unos 300.000 packs de baterías. Cifra que CATL espera seguir aumentando con sucesivas expansiones hasta llegar al objetivo de 35 GWh de esta fábrica o más de 500.000 packs por año.
Una planta que desde CATL se ha confirmado comenzará a producir baterías en el segundo semestre de este mismo año, cumpliendo de esa forma los objetivos de lograr iniciar la entrega a sus clientes ya este mismo 2022.
Según Matthias Zentgraf, copresidente europeo de CATL: «Alemania alberga una sólida industria automotriz y varios de los clientes clave de CATL. Creemos que la combinación de la tradición industrial de Alemania y la experiencia tecnológica de CATL acelerarán en gran medida la electrificación de la industria automotriz europea. Turingia tiene una ubicación central, lo que nos permite responder a las peticiones de los clientes de forma oportuna».
Un emplazamiento que ha sido seleccionado también por su importante cuota de producción eléctrica con energías renovables. Según los datos, esta ya alcanza casi el 40% en la red pública de Turingia. Un factor que como vemos es cada vez más importante en una era donde el coste energético se ha disparado.
