Renault ha anunciado de forma oficial la venta de su participación en AvtoVAZ al Instituto Central Ruso de Investigación y Desarrollo de Automóviles y Motores. El grupo francés poseía hasta ahora un 67,69% del fabricante ruso, matriz de la conocida marca Lada. Sin embargo, el acuerdo incluye una opción de recompra de seis años.
«El cierre de estas transacciones no está sujeto a ninguna condición y se han obtenido todas las aprobaciones requeridas. Hoy hemos tomado una decisión difícil pero necesaria, y estamos haciendo una elección responsable para nuestros 45.000 empleados en Rusia», ha declarado el director ejecutivo del Grupo Renault, Luca de Meo.
Desde que comenzara la invasión a Ucrania el pasado 24 de febrero, más de 400 empresas han abandonado el mercado ruso. Renault, que arrastra una complicada crisis desde hace un par de años, era la firma occidental más expuesta al mercado ruso; no en vano, hasta el momento se constituía como su segunda región más importante por volumen de ventas.
Este es solo uno de los múltiples movimientos llevados a cabo por Renault en los últimos tiempos para revertir su situación. A pesar de que el fabricante galo cerró 2021 con un margen operacional del 3,6% y una reducción de los costes fijos de 2.000 millones euros, la guerra entre Rusia y Ucrania ha golpeado con fuerza a un grupo que ya venía debilitado por la pandemia de COVID-19 y los problemas en el suministro de semiconductores.
Renault está reestructurándose a gran velocidad
Hace apenas unos días, Renault también anunció la venta del 34,02% de su unidad coreana (Renault Korea Motors) a Geely, empresa con la que ya tenía un acuerdo de colaboración para el desarrollo y la comercialización de híbridos en China y Corea del Sur. Esto le permitirá recaudar aproximadamente 207 millones de euros.
En paralelo, Renault está estudiando vender parte de sus acciones en Nissan (que serían compradas por la propia marca japonesa), así como separar su negocio de coches eléctricos y su empresa de movilidad Mobilize en una división independiente. El objetivo sería lograr los fondos necesarios para financiar el desarrollo de su gama eléctrica.
De cara al año 2030, Renault aspira a ser una marca 100% eléctrica en Europa. Alpine, su firma deportiva, completará su transición a la movilidad cero emisiones algo antes (entre 2024 y 2026), mientras que la popular Dacia se hará de rogar algo más debido a su enfoque low-cost.
