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El avión de pasajeros más eficiente del mundo se pasa al hidrógeno

El pasado año la startup norteamericana Otto Aviation sorprendía al mundo confirmando el inicio de las pruebas de un avión de pasajeros alimentado por biocombustibles capaz de reducir el consumo hasta un 80% respecto a los modelos convencionales. Ahora después de completar las primeras pruebas, el Celera 500L dará un paso en cuanto a la reducción de emisiones gracias a un sistema a hidrógeno.

El Celera 500L destaca por contar con un diseño extremadamente aerodinámico. Una forma que se sale de lo habitual que según sus creadores le permiten lograr una reducción del 59% en la resistencia aerodinámica, lo que le facilita acceder a un elevado nivel de eficiencia.

Aunque visualmente no vaya a ganar ningún premio de belleza, el Celera está pensado para lograr la menor consumo posible. Para ello se han mejorado el flujo de aire en el fuselaje que evita la creación de turbulencias a alta velocidad con la consiguiente pérdida de eficiencia.

En el caso del modelo con motor de combustión, el motor llega a los 550 CV con hasta 19 plazas, que podrán recorrer hasta 4.500 millas náuticas (8.334 kilómetros) con un solo depósito y a una velocidad máxima de 740 km/h.

Entre las claves de esto está su relación de planeo de 22:1, que permite a los pilotos apagar el motor por completo y planear hasta 20 km sin apoyo del motor. Un enorme factor de eficiencia, que supondrá según el fabricante que el coste operativo sea entre 5 y 7 veces menor que un jet convencional de similares características.

Celera 500L y el hidrógeno

Pero este nivel de eficiencia y reducción de emisiones podrá aumentar todavía más gracias a la instalación de un sistema eléctrico de 600 kW (818 CV) alimentado por una pila de combustible de hidrógeno desarrollado por otra startup, ZeroAvia, que cuenta con experiencia en el desarrollo de sistemas de propulsión y pilas de combustible para aviones.

Y es que la bulbosa del fuselaje del Celera parece encajar perfectamente con la idea de un sistema de pila de combustible, más ligero que los grandes packs de baterías pero donde se necesita más espacio para almacenar el propio hidrógeno. 

Desde ZeroAvia se ha establecido un objetivo muy conservador para los primeros prototipos, donde se marcarán llegar a las 1.000 millas náuticas, unos 1.800 km. Sin duda algo destinado a situar las expectativas en zonas realistas para poder completar los diseños sin la presión de los vuelos intercontinentales.

Entre los puntos positivos de este acuerdo es poder trabajar con un diseño de fuselaje diferente a los convencionales. Unos modelos que requieren un trabajo extra para adaptar la tecnología al físico del avión. Por su parte con Celera, ZeroAvia cuenta con unos ingredientes más favorables para poder desarrollar un sistema más eficiente y completo.

Por supuesto, también hay inconvenientes, como que Celera no es un modelo de producción con las certificaciones necesarias para una producción en volumen. Algo que supondrá un trabajo extra para los técnicos de ambas compañías.

El resultado será un avión de vuelos regionales eficiente y respetuoso, que podrá funcionar con hidrógeno y cuyo único residuo será vapor de agua. Sin duda un aspecto muy interesante que permitirá diseñar una nueva alternativa en un sector todavía lejos del alcance de los sistemas a batería.

Fuente | ZeroAvia

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