Las conversiones de coches clásicos en eléctricos es un apartado muy delicado que puede herir ciertas sensibilidades. Pero en este caso el propietario de un Porsche 911 del año 1977 no se ha andado con rodeos y ha decidido dejar atrás el sistema de propulsión gasolina y lo ha sustituido por uno eléctrico. Y no uno cualquiera.
El elegido es un modelo que en el año que se matriculó por primera vez montaba un motor gasolina de 180 CV que su propietario ha vendido para sufragar parte de los materiales de la conversión.
El presupuesto ha sido bastante generoso ya que este le ha permitido adquirir un sistema de motor y una parte del pack de baterías de un Tesla Model S Performance. No hablamos de un motor cualquiera ya que este era capaz de rendir nada menos que 449 kW (612 CV). Una cifra que a pesar de los años pasados desde su lanzamiento siguen siendo demoledores, y que disparan a este clásico hasta los 100 km/h en pocos segundos. (No han dado cifras).
La batería por su parte se queda en 54 kWh, que según su propietario le permite recorrer unos 320 kilómetros con cada carga. Una carga que además podrá recuperar en una hora gracias a su sistema CCS Combo que le permite acceder a las estaciones públicas.
El resultado es un modelo con una imagen icónica, que mantiene elementos como su distribución de pesos original, 40/60 de adelante hacia atrás, y un peso que curiosamente no solo no sube, sino que baja marcado en la báscula 1,356 kg frente a los 1,440 kg del modelo original.
Eso si, como siempre lo bueno tiene un precio, y en este caso no es precisamente barato. El taller que se encarga de la conversión, eDub Services, está cobrando 105.000 euros por todo el trabajo, y sin contar con el coche que tendrá que ponerlo el cliente.
Un dineral por el que posiblemente sea mejor optar por comprar un Porsche Taycan, pero que sin duda no es un coche con el carisma de un 911 de los años 70.
