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Jaguar-Land Rover seguirá financiando la expansión de Tesla con la compra de créditos de emisiones en Europa

El pasado año conocíamos que el fabricante británico Jaguar-Land Rover, había acudido a Tesla para adquirir créditos de emisiones que le evitasen pagar las multas por no alcanzar las reducciones de contaminación de sus flotas. Ahora, la marca en manos del grupo indio Tata tiene que recurrir de nuevo a los créditos de emisiones de Tesla en Europa para salvarse de las fuertes multas por volver a incumplir los objetivos.

Gracias a este formato, Jaguar-Land Rover y Tesla combinarán sus respectivas flotas de vehículos para obtener una media de emisiones conjunta. Gracias que Tesla sólo fabrica coches eléctricos, cuenta con una media de emisiones muy favorable, lo que le permite ponderar la de Jaguar-Land Rover. Algo que se traducirá directamente en más fondos para los americanos, y el poder esquivar las cuantiosas multas estipuladas para aquellos que sobrepasen los límites establecidos.

Según las actuales normas de la UE, los fabricantes deben alcanzar objetivos de emisiones de CO2 promedio cada vez más estrictos para sus flotas. Los que no lo logren, se enfrentan a unas sanciones que suponen un coste de 95 euros por vehículo y gramo de CO2 que pase del límite.

Jaguar-Land Rover no será la primera en llenar la caja de Tesla a cambio de créditos de emisiones. Anteriormente también lo han hecho Honda y Fiat-Chrysler, antes de su integración en el grupo Stellantis. Unos contratos con los que Tesla ingresó 164 millones de euros el último año que se ha publicado esta cifra, ya en 2018.

Pero no sólo Tesla se está beneficiando de esta situación. Los grandes grupos europeos además de financiar la expansión de la empresa norteamericana, también están echando mano de los fabricantes chinos. Por ejemplo, el pasado año Ford llegó a un acuerdo con Volvo, propiedad del grupo chino Geely, después de los problemas de producción con el Kuga enchufable, que trastocó sus planes. El Grupo Volkswagen por su parte selló un acuerdo el pasado año con la también china SAIC, para adquirir créditos de la marca MG.

Movimientos realmente preocupantes que nos indican que las marcas europeas tienen problemas para cumplir unas normas sobre reducción de emisiones que no se han caracterizado por su agresividad, y que se han ido amoldando algo a los requisitos y realidad de unos grupos automovilísticos con problemas de suministro en algunos componentes, y que ahora presionan para rebajar más los requisitos de la futura Euro7.
Vía | Autocar

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