El Macan es un modelo clave para Porsche. La propuesta de acceso de la marca alemana se constituye actualmente como el vehículo más vendido de la gama junto con el Cayenne, lo que nos permite hacernos una idea de la importancia que ha cobrado en los últimos tiempos para las cuentas de la compañía. Por ello, más de uno se sorprendió cuando se dio a conocer que su segunda generación será 100% eléctrica.
Porsche aspira a que, para el año 2030, el 80% de sus ventas a nivel mundial se correspondan con modelos cero emisiones. Ya está confirmado que el grueso de su oferta (Macan, Cayenne, Panamera, 718 Cayman/Boxster…) se electrificará por completo a corto plazo, una rápida transformación motivada principalmente por el éxito incontestable del Taycan.
El Porsche Macan de segunda generación se encargará de estrenar la nueva plataforma modular PPE del Grupo Volkswagen, desarrollada conjuntamente con Audi. Aunque su presentación está programada para 2023, su lanzamiento comercial recientemente se ha pospuesto a 2024 debido a los retrasos acumulados por CARIAD en el desarrollo de la arquitectura de software 1.2.
Mientras tanto, Porsche continúa puliendo su todocamino en circuito y carretera abierta. En la última tanda de fotos espía del modelo, nuestros fotógrafos han podido captar su habitáculo, que beberá directamente del visto en el Taycan. Así, la instrumentación digital adoptará un formato curvo, mientras que la pantalla táctil en formato apaisado del sistema de infoentretenimiento se verá complementada por otro display en la consola central para controlar el climatizador. El copiloto disfrutará además de su propio panel.
El Porsche Macan eléctrico se lanzará en 2024
Según lo anunciado por la propia Porsche, el Macan ofrecerá una dinámica de conducción superior a la del Taycan. Esto se deberá entre otras cosas al renovado sistema PASM (Porsche Active Suspension Management), que estrenará por primera vez en la marca unos amortiguadores de dos válvulas, lo que permitirá una mayor variedad de configuraciones.
El esquema de suspensión, que podrá ser neumática, será de tipo paralelogramo deformable delante y multibrazo detrás. Estará disponible en versiones de tracción trasera y total (en este último caso, el motor delantero podrá desconectarse para reducir el consumo), situándose su potencia máxima en unos 600 CV y el par en más de 1.000 Nm.
También incorporará un sistema de vectorización de par, un diferencial electrónico en el eje posterior y un sistema de ruedas traseras directrices. Sus baterías estarán formadas por celdas prismáticas NCM 811 (el Taycan utiliza NCM 712) y tendrán una capacidad aproximada de 100 kWh. Dispondrá de una arquitectura de 800 voltios y podrá cargar a potencias ligeramente superiores a los 270 kW en corriente continua (5-80% en menos de 25 minutos).
