Hace unos años algunos gurús avisaban de que no había suficiente litio en el mundo para cubrir la demanda de sectores como el coche eléctrico. Unos avisos apocalípticos que indicaban que la mejor opción era optar por el hidrógeno, o volver directamente a las cavernas. Pero el mercado ha crecido de forma constante y en 2022 se rozarán las 10 millones de unidades de coches eléctricos puros, sin contar con los híbridos o híbridos enchufables.
Esto nos indica que de momento tenemos suficiente litio, incluso a pesar de la entrada como un elefante en una cacharrería de China, donde cada mes matriculan casi tantos coches eléctricos como coches de todas las tecnologías en un año entero en España, unas 700.000 unidades, y donde este año se matricularán entre híbridos enchufables y eléctricos puros más de 6 millones de unidades. (No hay datos por separado todavía) representando ya más del 25% del mercado.
Volviendo al litio, según los datos de Hannah Ritchie, jefa de investigación en @OurWorldinData y licenciada de la Universidad de Oxford, la producción de litio ha ido creciendo según lo ha hecho la demanda.
Las cifras indican que las reservas mundiales de litio, desde 2007 están aumentando porque se siguen descubriendo nuevos yacimientos constantemente, y se están ampliando instalaciones ya existentes.
Por ejemplo, podemos ver como en 2008 la producción mundial era de apenas 4 millones de toneladas al año. Una cifra que ha ido creciendo principalmente desde el 2010, año del inicio de la era moderna del coche eléctrico, cuando llegó a los 10 millones de toneladas anuales.
A partir de ahí el incremento de la producción ha sido imparable, solamente con un pequeño bajón en 2018, y que ha llevado la capacidad mundial hasta las 22 millones de toneladas del 2021.
Esto en lo relacionado con la producción. La otra pata son las estimaciones de los recursos mundiales de litio. Unos recursos que se convierten en ‘reservas’ cuando se considera que son económica y tecnológicamente factibles de extraer, y que también han crecido desde las 13 millones de toneladas en 2008, hasta las 88 millones de 2022.
Esto nos indica que según aumenta la demanda, también aumenta tanto la producción como el descubrimiento de nuevas reservas. Unas reservas que hasta ahora muchos tomaban como medida límite para la producción de baterías, pero que estos datos nos muestran que simplemente son un reflejo de lo que conocemos, y no de lo que realmente existe.
Producción y reservas de litio por países
Otro factor que está favoreciendo el afloramiento de nuevas reservas es el precio. Y es que no hay mayor incentivo para la industria que unos precios cada vez más altos. Algo que ha perjudicado el precio de las baterías, pero favorecido la búsqueda de los recursos necesarios para darles forma.
Por último también recordar que el litio, así como la mayor parte de los componentes de las baterías, pueden reciclarse una y otra vez. Por lo que la producción anual no representa un gasto del 100% del recurso, ya que una vez terminada su vida útil podrá ser recuperado en parte para regresar a la cadena de valor.
