Mercedes-Benz ha anunciado que construirá su propia red de carga ultra-rápida para coches eléctricos. Para finales de la década, la empresa aspira a tener 10.000 puntos. El despliegue comenzará en Norteamérica, donde levantará 400 estaciones con más de 2.500 cargadores; después se expandirá a China y Europa.
Dependiendo de la ubicación, cada estación tendrá entre 4 y 30 puntos de carga, cada uno de ellos de 350 kW (además, se podrán actualizar para alcanzar más potencia en el futuro). Si bien la red estará abierta a todas las marcas, los clientes de Mercedes-Benz disfrutarán de una serie de ventajas frente a otros usuarios.
Markus Schäfer, director de Tecnología de Mercedes-Benz, ha confirmado que «los usuarios que no tengan un Mercedes podrán acceder a los cargadores, pero trabajaremos en precios separados: los propietarios de Mercedes deberían obtener beneficios«.
Utilizando el servicio MercedesMe, los clientes podrán reservar una plaza o pagar su sesión de carga. Al contrario que otros centros, las estaciones de Mercedes-Benz contarán con techo, luces, venta de comida, baños, cámaras de seguridad… ¿El objetivo? Ofrecer una «experiencia de carga premium, sostenible y confiable», valores que casan con la filosofía de la empresa. Todos los puntos funcionarán con energía de origen renovable.
Mercedes-Benz seguirá formando parte del consorcio IONITY
La inversión en Norteamérica superará los 1.000 millones de euros durante los próximos 6-7 años. La primera estación europea se abrirá antes de que termine el año 2023. En paralelo, Mercedes-Benz seguirá colaborando con el consorcio IONITY, en el que también participan fabricantes como BMW, Ford, Hyundai y Volkswagen.
«Estamos contentos de ser accionistas de IONITY y continuaremos impulsando los hubs de la marca en el futuro», señala Ola Källenius, director ejecutivo de Mercedes-Benz. «Para acelerar la transformación eléctrica, debemos asegurarnos de que la experiencia de carga también siga el ritmo. Es por eso que estamos lanzando una red de carga global de alta gama».
Aunque actualmente todos los coches eléctricos de Mercedes-Benz tienen sistemas de 400 voltios, su próxima generación de plataformas (MMA, MB.EA, AMG.EA) funcionará a 800 voltios. Por lo tanto, la red de carga estará preparada de antemano para aprovechar al máximo las capacidades de sus nuevos automóviles.
